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El ensayo que hoy publico lo escribí el 26 de mayo del 2013. Son algunas reflexiones del tipo moral acerca de ese acto de desprendimiento que es la filantropía, también llamada caridad. Las situaciones tienen plena vigencia y creo que la tendrán por muchos años más, la bondad no pasa de moda, no debe pasar de moda.
Caridad… Hasta por Conveniencia
De las tres virtudes teologales, Fe, Esperanza y Caridad., la que más me impacta es sin duda la última de ellas. Las personas que se dedican a solicitar caridad, tienen una especie de cliché al recibirla “Dios se lo pague”, a los escépticos recalcitrantes, les comunico o informo que sí hay esa retribución (pago), y que regularmente se recibe mucho más que lo que se aporta, cuando el donante lo hace desde un estado de precariedad (pobreza), la acción toma tintes de santidad.
A continuación, intentaré reproducir una Shakesperiana escena de la película “La Vida Inútil de Pito Pérez” con nuestro inmortal Germán Valdés “Tin Tan” (hubo otras, una con Ignacio López Tarso y otra con Manuel Medel).
Tin Tan, caracterizado como mendigo (vestido de harapos), en una noche fría y lluviosa, hurga con desesperación en los botes de basura en busca de cualquier cosa comestible, se adivina que no ha comido en mucho tiempo, quiere la suerte que en uno de ellos encuentra una suculenta torta, ávidamente la toma, se sienta en el quicio de una puerta y se dispone a devorar ese manjar (quien no haya tenido hambre algún día, no lo podrá comprender, es muy complejo), pero antes… la olfatea haciendo que sus glándulas salivales y sus papilas gustativas, trabajen al máximo. Casi al momento de dar la primer tarascada, ve que a su lado está un pequeño (Cesáreo Quezadas, Pulgarcito) niño de la calle, de escasos ocho años, mismo que se saborea ostensiblemente, Tin Tan no puede disponer de su alimento, con todo el dolor de su corazón y estómago, en un acto de desprendimiento supremo, le da la torta al niño. Señores, eso es caridad no fruslerías.
Cuando alguien ayuda a un semejante en desgracia, activa mecanismos universales, que alinean elementos supranaturales a favor del benefactor, las fuerzas cósmicas no permanecen indiferentes ante el desprendimiento y la bonhomía, no falla.
En ocasiones anteriores he mencionado a un generoso ser humano de N.C.G Chih. el Master Ernesto Martín Beall Jeffers, pero hoy más que nunca encuadra en el tema, en incontables ocasiones he sido testigo de los actos de generosidad de su parte hacia los desvalidos, la ayuda no se circunscribe sólo a dinero; da alimento al hambriento, cobijo y protección al necesitado e incluso donación de sus prendas de vestir (chamarras al que sufre frío).
Su desprendimiento no ha pasado inadvertido por las fuerzas antes mencionadas (cósmicas y etéreas), saliendo avante de graves problemas de salud que lo tuvieron postrado en cama. El mundo no puede prescindir de ángeles de su peso (literal y directo).
Volviendo al tema de la caridad, hay dos iglesias (casualmente las que más respeto), que son la católica y la de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormona), que practican la caridad cristiana, no debo dejar de mencionar los comedores populares, asilos, hospicios y albergues para migrantes de las organizaciones católicas. La iglesia mormona aunque mucho más discreta, siempre apoya en todas partes del mundo, en situaciones de hambruna o desastres naturales, en mi opinión es llevar a la práctica las enseñanzas cristianas.
Tal vez algunos de ustedes se extrañaron de el título del artículo “Caridad… Hasta por Conveniencia”, en ese rubro considero que las personas generosas son bendecidas mucho más allá de lo que dieron, es decir hay un efecto boomerang donde se le regresa su buena acción, con abultados intereses.
Siguiendo esa tónica:
-Gobernantes, hasta por conveniencia traten bien a la población, en una de esas despierta de ese sueño seductor.
-Políticos, hasta por conveniencia no roben al pueblo, que es el que los encumbró pero también los puede defenestrar (correr).
-Empresarios, hasta por conveniencia páguenles bien a sus trabajadores, ignoren el salario mínimo que bien saben es injusto. Fijado por los que nada saben lo que es trabajar.
-Comerciante, hasta por conveniencia expendan su mercancía a precios justos y razonables.
-Banqueros, hasta por conveniencia suspendan su actividad de agio y usura, no todos los países son como México, se pueden mal acostumbrar.
-Medios de Comunicación, hasta por conveniencia no engañen a sus lectores, televidentes, radioescuchas no pierdan el capital más grande de todo comunicador, la credibilidad.
Libro recomendado de la semana
Esta vez se trata de, “La parcela” del autor mexicano José López Portillo y Rojas. Como seguramente habrá imaginado, el escritor es abuelo de quien fue presidente de México 1976-1982. López Portillo y Rojas 1850-1923 fue un extraordinario hombre de letras, de hecho el presidente también lo era, sólo que no supo manejar el poder (pocos lo logran) e hizo barbaridad y media, dando al traste con el prestigio familiar… y con el país. Esta novela escrita en el 1898 es toda una obra de arte dentro del tema campirano y semifeudal del campo mexicano de finales del siglo XIX, está magistralmente escrita y tiene un toque de ternura y mexicanidad pocas veces logrado. Esta espléndida historia, fue llevada a la pantalla grande (cine) en el año de 1949 con el nombre de “La posesión”, ahora bien, mucho más recomendable (como siempre) es la novela que la película, hay más detalles, más matices, más profundidad.
“La manera de dar vale más que lo que se da”
– Pierre Corneille
“En las cosas necesarias, la unidad, en las dudosas, la libertad, y en todas la caridad”
– San Agustín
“Encontramos la caridad en el más alto nivel de la conciencia humana”
– Doménico Cieri Estrada
José Cruz Pérez Rucobo
Lic. en Economía por la UACJ. Me dedico al comercio como medio de subsistencia y al periodismo y crítica política como ejercicio lúdico. Soy un hombre de izquierda por naturaleza, cualquier cosa que ello signifique.
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