Tres versiones en torno a la muerte de la gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso y su esposo el ex gobernador y senador Rafael Moreno Valle.
Primera. Una falla mecánica.
Segunda. Un atentado.
Tercera. Una falsa muerte. Nunca subieron al helicóptero. Eran otros los que viajaban.
Nunca es bueno alegrarse por la muerte de un ser humano. Sin embargo, muchos poblanos celebran que los esposos panistas ya no gobiernen su estado.
Les llamaban, «la pareja virreinal de Puebla»
Y las mentes frágiles y sensibles, le llaman karma, a su destino.
Pero la oligarquía debe empujar la segunda versión para poner turbias las aguas y calificar de ‘asesino’ al presidente López Obrador. Ya los ultras poblanos comenzaron a arremeter contra él, achacándole estás dos muertes como algo intencional.
La lógica nos indica que la versión de un desperfecto pudo ser el origen del accidente.
La segunda versión requiere de un equipo muy profesional y eficaz para lograr un atentado de este tamaño.
Y sinceramente en México no contamos con este tipo de «profesionales».
La tercera y quizás la más descabellada versión, puede tener lógica si vemos que estaba a punto de destaparse una cloaca muy apestosa donde había un desvío de 150.000 millones de pesos. Y todo apunta a que la pareja virreinal poblana tendría las alforjas llenas.
Fingir su propia muerte y disfrutar en el anonimato el dinero desviado, puede ser un móvil desproporcionado, pero suena lógico si hay de por medio tantísimo dinero.
En el reino de las especulaciones, todo es válido.
Veamos cómo reacciona el equipo del presidente para entrar en el control de daños a la imagen.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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