2018 marca el parteaguas en la política nacional.
El Triunfo de Andrés Manuel López Obrador y el equipo de legisladores que conforman la mayoría del Congreso de La Unión, desplazan del tablero del poder a las fuerzas del partido revolucionario institucional, Acción Nacional, y partido de la Revolución democrática.
Hoy no me detendré a analizar el espectro nacional, me concentraré en desmenuzar un poco las fuerzas de poder en Chihuahua.
En el trayecto hacia diciembre, seremos testigos de un fenómeno pocas veces visto: la metamorfosis del poder.
Morena acomoda sus piezas para concentrarse en un objetivo central, la transformación de México.
Estos tres meses que faltan para el arribo del presidente electo, servirán para atemperar un poco la euforia chaira, por un triunfo jamás pensado. Y ya serenos los morenos actuar en consecuencia.
Pasada ya la embriaguez de haber ganado arrolladoramente, los morenos, comenzarán a concentrar su fuerza para este cambio de régimen que se han propuesto realizar.
En Chihuahua, el campo de batalla electoral dejó “muertos” a los priistas, y muy mal heridos a los panistas.
Para los que pensamos que en materia de poder la canica gorda es el gobernador, en el transcurso de 90 días, veremos crecer la imagen de Juan Carlos Loera de la rosa, quién lo desplazará.
Empoderado por la mano bendita de Andrés Manuel, será el coordinador estatal que se encargue de vigilar los programas de desarrollo en Chihuahua, y con quien el gobernador se tendrá que ‘entender’, según palabras del presidente electo.
Mientras Javier Corral estará haciendo berrinche por encontrarse con una figura más poderosa que él mismo, Juan Carlos Loera conformará un equipo compacto y profesional para atar no solamente la intención política de Andrés Manuel, sino darle vida y acción a la entidad a través de los programas sociales que se han propuesto para Chihuahua.
Será el comienzo de la consolidación Morena; la primera talacha para construir el camino hacia la gubernatura 2021.
Los nuevos virreyes, les dicen a estos coordinadores estatales.
Un despectivo tilde que hace notoria la incomodidad de los gobernadores.
Pero que ya en el ejercicio del poder, tendrán que plegarse a los trazos políticos e instrucciones, ordenados desde la presidencia de la república.
Estemos atentos a esta metamorfosis política que estamos por vivir, no ocurre muy seguido, es como el paso del cometa kohoutek.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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