La candidata a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum, recién presentó su plan de gobierno y a reserva de espulgarlo con detenimiento, entre otras novedades anuncia la creación de la AGENCIA FEDERAL ANTICORRUPCIÓN.
Para investigar a funcionarios y contratistas.
Una especie de FBI contra la corrupción, que tendrá facultades de investigación, persecución y sanción de funcionarios y contratistas del Gobierno. Y otros dientes afilados más.
La propuesta incluye una reforma constitucional para incluir en la Carta Magna el derecho humano a vivir en un ambiente libre de corrupción y a una buena administración pública.
De entrada suena bien.
Sobre todo para endulzar los oídos de los gringos.
Para lo cual, necesitará poner al frente a una figura acorde a su intención primigenia.
Y el cargo le queda a la medida a Javier Corral Jurado. Ex Gobernador de Chihuahua.
Y no es por su gran espíritu de justicia o por ser fiel seguidor de Tomás Moro… por cierto, santo patrono de los abogados.
Sino por la connotación de INQUISIDOR, que arrastra consigo.
Lo digo literal, Javier tiene el carácter para llevar a cabo la consigna.
El rostro, y la personalidad del que inquiere y averigua con cuidado; del que diligencia las cosas o es inclinado a ello.
Es sin duda, Corral, inquisitorio, inquisidor, interrogador, inquiridor, indagador.
Para lo cual tendría que armar un equipo de colaboradores.
Posiblemente:
César Augusto Peniche
Maclovio Murillo
Gema Chávez
Panchito González
Lucha Castro
Jorge Espinoza
Aunque en la mesa de los especuleros del Samborns, comenzaron a descalificarlos uno por uno. En un ejercicio cotidiano, de su deporte favorito.. ESPECULAR.
¿Por qué lo arropa Claudia Sheinbaum?
Es una estrategia tradicional de Morena, o más bien una colmillada del Peje, jalar al gabinete personajes de turbia imagen, que un día fueron sus adversarios.
Primero, para postrarlos bajo su dominio, y exhibirlos después como traidores a sus convicciones.
Y en el caso de Javier Corral, mostrar el arma de control político nacional.
A esto le llamaré el uso político del desecho.
Como el caso de Manuel Bartlett, ex gobernador de puebla y artífice de “la caída del sistema” en la elección del 88.
Pero regresemos al caso Corral.
De nada han servido las quejas en su contra para descalificarlo. Sus ruindades.
Es perfecto para utilizarlo en contra de los ratones, tepocatas y otras alimañas que molestan al status quo.
Y la amenaza se cierne contra sus enemigos acérrimos que se han pronunciado en su contra, por sus arbitrariedades y traiciones.
La candidata Sheinbaum, se solaza en avivar el rencor y la venganza de Javier Corral, convertido desde ahora en el personaje de los Kong (película Godzila y Kong el nuevo imperio 2024)
Aquel godzila que en vez de fuego exhala hielo y congela todo a su paso hasta destruir lo que se le atraviesa.
¡Sálvese el que pueda! Gritaron los notarios de Chihuahua.
Que se cuide aquel que osó plantarle sus cachetadas a Corral en un restaurante.
Que se cuide el que le clausuró la librería.
Y varios más.
Que tomen sus providencias María Eugenua Campos, César Jauregui y los que tenía casi fritos en el asador de los famosos expedientes X, y que, de manera conveniente, para salvar el pellejo, el fiscal Peniche, retuvo el expediente de Maru Campos para evitar su detención. Ughhh.
Una cosa es cierta, el ex gobernador Cesar Duarte… no sale.
Obviamente tendrá que proteger su legado como defensor del patrimonio de los chihuahuenses.
Y Duarte, representa para él, la corrupción encarnada.
Qué divertida se está dando la candidata Sheimbaum con este tema.
Y hablando de candidatos presidenciales, hay que ver el primer debate.
Fecha: domingo 7 de abril.
Hora 8 p.m.
Voy por mis palomitas.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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