Hace algún tiempo fui a la feria del libro que llegó a nuestra ciudad y mi interés fue por conocer al historiador Carlos Tello Díaz, bisnieto del general y ex presidente Porfirio Díaz quien presentó el segundo tomo de la biografía política de dicho personaje. Después de la presentación, firma del libro y una brevísima charla, me dispuse a pasear por la feria y ver que títulos se me hacían interesantes. Cuando llegué a una sección de títulos locales me encontré con el siguiente anuncio: “Censión Un boceto de Paso del Norte Maude Mason Austin. La novela más antigua de Ciudad Juárez (Traducción y Notas) Josué Ortiz Luna.”
El subtitulo de la novela más antigua de Ciudad Juárez me llamó mucho la atención, tomé un ejemplar y lo empecé a hojear. La portada era color café y al centro tenía un medallón con la pintura de una mujer joven del siglo XIX dándole un toque rustico. Así mismo el grosor del libro era pequeño y el precio se me hizo muy accesible, más mi curiosidad por saber que datos venían allí, compre mi ejemplar. Enseguida mire de reojo que un hombre de complexión delgada, cabello corto, lentes y que vestía sencillo se vino acercando a mi con una sonrisa y me dijo – Que tal ¿Gusta que le firme el libro? – a lo que yo le respondí – ¿Es usted el autor, Josué Ortiz? – Sí, soy yo – me respondió con la misma sonrisa y le dije – Pero claro que sí, que honor y haga usted el favor-. Empezamos a conversar y resulta que ambos pasamos por ICSA y llegamos a coincidir con algunos maestros, además de tener intereses a fines. La plática con Josué fue muy amena y su trato de buen gusto.
Ahora quiero comentar algunas cuestiones sobre el libro, comenzando por el preámbulo. Josué nos da una reseña de la autora y el libro, Maude llegó a El Paso siendo esposa de Wiliam Henry Austin quien era una empresario y alcalde del condado de 1893 a 1895. En 1922 vendió la antigua casa de la familia de Wiliam Henry y Maude Austin en el 910 Este de la calle San Antonio al gobierno mexicano para ser sede del actual consulado de México en El Paso; se mudó al 1101 norte de la avenida Mesa donde vivió hasta su muerte el 14 de noviembre de 1939 siendo sepultada en el cementerio Concordia de El Paso.
En cuanto al lector juarense del siglo XXI esta novela es una mirada al pasado de su ciudad, pero también para el paseño actual y es una descripción decimonónica del entonces naciente sur de Estados Unidos. Sobre Censión el libro, fue publicado en la revista Harpe’’s Weekly cuyo objetivo a finales del siglo XIX era educar y generar identidad nacional. Lo que significa que Maude uso el medio popular y sencillo de su época para dar a conocer su texto, algo así como el wattpad del siglo XIX.
Josué también nos muestras las reseñas que recibió Censión en el año de su publicación, las cuales fueron malas y algunas simplistas. Por supuesto yo también me pregunté el por qué y es sencillo de explicar. Maude se salió de la estética burguesa de la novela europea y la hizo realista y regional. Algo raro para la época más por describir un lugar tan alejado como el entonces Paso del Norte, sin embargo; para la ciencia y el arte considero que es fundamental la experimentación. Censión fue eso, pero lo normal para un editor de Nueva York o de cualquier capital de aquella época y esta, es el dinero y cumplir con lo establecido.
En cuanto al contexto histórico de la novela. Se describen lugares, personajes y contextos reales que le dieron forma e identidad a Ciudad Juárez. Esto me recuerda a una platica que tuve con un amigo antropólogo sobre el por que la gente nacida en Juárez reniega y descuida su ciudad. Mi amigo me dijo que no es abandono ni apatía que así es la gente porque así se desarrollo el lugar debido a condiciones históricas y que no debe ser comparado. Lo que yo veo es que Juárez no era así, hubo varios momentos que hicieron cambiar a la gente y esta novela es un ejemplo de ello. Por lo tanto, pienso que quienes reniegan de la ciudad es porque no conocen la historia y por ello no entienden el presente lo que provoca que no haya identidad. Mientras que, en otras ciudades o fronteras, los locales si conocen su historia.
El prólogo de Censión. Josué nos cuenta la historia de como dio con esa novela, pues un día encontró un libro titulado “Paso del Norte” dentro de un libro del siglo XIX, pero no le llamó la atención por ser algo narrativo mientras que el buscaba algo científico con datos duros. Luego entendió que el arte o la novela también aporta de allí la importancia de conocer este texto por los juarenses; pues al momento de traducirlo del inglés al español redescubrió paisajes, costumbres, toponimias, urbanidad y los cambios económicos a la llegada del ferrocarril que explican la evolución de nuestra localidad. Como todo buscador de conocimiento, Josué no se pudo callar estos datos y por ello amigos y familiares le motivaron a publicar este libro.
Ahora bien, en cuanto a lo que yo pienso sobre esta novela, lo cierto es que vale mucho la pena leerla. Hay que decir que no es algo extraordinario, pero hasta el momento es la primera novela conocida que está ambientada en Ciudad Juárez, es de tipo pastoril pero cuando uno se adentra en la narración se siente muy familiar. Incluso allí también se abordan los nombres de El Paso y Paso del Norte para referirse a El Paso y Ciudad Juárez, aquello lo señale también en mi tesis de licenciatura en el segundo capítulo, pues de acuerdo a los archivos históricos lo que hoy es El Paso ya existía como una extensión agrícola de Paso del Norte nombrada “El Passo”, desde principios del siglo XIX; porque ya había proyectos para poblar toda esa parte siendo Juan García de Noriega el primero en llevarse 20 familias para asentarse en aquella región. Pero como esto se dice en una tesis de licenciatura y una novela, pues no tiene gran relevancia para otras instancias.
Siguiendo con la familiaridad de la novela, hay un pasaje en donde se describe a Pablo, uno de los personajes quien al ver una vieja casa de adobe comienza a sentir una nostalgia inexplicable. Pues ese mismo sentimiento lo tengo también al ir al centro de la ciudad los fines de semana y encontrarme con las viejas casas de adobe abandonadas, al igual que Pablo, pienso en todo lo que pudo haber ocurrido allí y a veces también me da el sentimiento de Lerma al sentirme cercano pero ajeno a la vez por ser foráneo y pensar que he llegado tarde a este lugar.
Se habla de ferias, edificios, costumbres, calles, personajes, modismos que hasta la fecha perduran pero con otro nombre como la feria, la calle del comercio, el jefe político, el Teatro Juárez, pelea de gallos, vino, whisky, ir al beisbol, aguantar la seriedad del padre, la complicidad de la madre y corrida de toros; ahora siendo la feria en la X, el alcalde Cruz Pérez Cuellar, el teatro Paso del Norte, ir con la familia al chami para una carne asada, la Gómez Morin o la Panamericana, la Tecate, una Carta o Indio.
Es más, cuando uno conoce la familia de Censión y al joven Lerma nos damos cuenta que alguna vez hemos tenido una familia como la de ella ¿Cuántas Censiones no hay actualmente en Juárez? Y ¿cuántos Lermas no han llegado a la ciudad? El romance pastoril entre ellos dos es hasta nuestros días una constante pero que ahora tiene otro nombre, esta es sin duda una novela que le da color a la gris monotonía de la vida cotidiana de nuestro Paso del Norte – Ciudad Juárez.
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Marduk Silva
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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