La incertidumbre debe ser una de las sensaciones más difíciles y complejas que afrontamos los seres humanos. Esta sensación es la que prevalece en los cientos de miles de paisanos que trabajan en Estados Unidos y que ante las amenazas del presidente Trump, viven en la incertidumbre, sin saber si el día de mañana podrán regresar a sus hogares y a sus trabajos. Una política de odio tiene que se contrarrestada por una política que respete y privilegie los derechos humanos: México te abraza.
De acuerdo con la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de 2022 de la Oficina del Censo de EE. UU., aproximadamente 38.8 millones de residentes en este país, nacieron en México o declararon tener ascendencia u origen mexicano, los que representan el 19.5 por ciento de la población, constituyendo el segundo grupo más grande después de los anglosajones.
En la mañanera de hace unos días, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que los connacionales representan 2.06 billones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense, mientras que toda la población latina aporta 3.6 billones de dólares al PIB. Además de aportar a la economía de EU, las remesas que envían a sus familias en México son parte fundamental de la sostenibilidad en el nuestro.
En México no escatimamos su aportación, pero el discurso del odio no permite o no quiere simplemente reconocerles este apoyo a las dos economías. La situación de incertidumbre que persigue a los millones de paisanos que trabajan en Estados Unidos puede agravarse si ese discurso llega a los hechos y las deportaciones masivas comienzan a ser una realidad.
Para ese caso, el gobierno federal ha dispuesto un programa para acceder a 2 mil pesos de forma inmediata para las personas que han sido deportadas y cuenten con el dinero necesario para el transporte que los lleve a sus comunidades, se trata de la Tarjeta Bienestar Paisano; y es que en muchos casos quizás las deportaciones sean solo redadas (atropellando todos los derechos y garantías individuales) y ni siquiera tengan tiempo de traer sus pertenencias o algún recurso.
Las personas que atraviesen por esta situación también podrán acceder a la pensión para adultos mayores, pensión para personas con discapacidad, programa de apoyo a madres trabajadoras, sembrando Vida, pensión para Mujeres de 60 a 64 años, salud casa por casa, jóvenes Construyendo el Futuro, Universidades Benito Juárez, la Escuela es Nuestra, beca Universal Rita Cetina, beca para Educación Media Superior, beca para Educación Superior, apoyo a la Vivienda y Banco del Bienestar.
México también ha reforzado la red consular en Estados Unidos con más personal y asesorías legales, además de implementar protocolos en puertos fronterizos y aeropuertos, y el lanzamiento de una aplicación que conecta con el Centro de Información y Asistencia a Personas Mexicanas (CIAM) en caso de emergencia.
Y como la atención médica es un derecho humano, independientemente de la condición laboral, aquellas personas repatriadas y sus familiares, serían afiliados al IMSS, accediendo a los cinco seguros que se contemplan en la ley del seguro social.
Las acciones tomadas por la presidenta hablan de la preparación de este gobierno ante la crisis que puede desatar estos discursos de odio y discriminación que esta desatando Trump, podemos confiar en ello.
Lilia Aguilar Gil
Política y académica.
Maestra en Administración Pública por la Universidad de Harvard y en Gestión Pública por el Tecnológico de Monterrey. Ha contribuido en foros internacionales y enseñado en la Universidad de Harvard. Fundadora de la asociación civil LIBRE, se enfoca en el empoderamiento juvenil. Imparte clases en la UNAM y actualmente es Secretaria Técnica en la SSPC, habiendo sido titular en la Secretaría de Gobernación. Su carrera en el Congreso refleja su compromiso con la seguridad y las políticas sociales.
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