En estas semanas de reflexión, de celebración de nuestra fe, en mi cabeza ha repicado un salmo del Rey David, el Salmo 126, que nos trae un mensaje claro y profundo que resuena especialmente en estos tiempos de incertidumbre y desafío. En su verso 5, nos dice: “El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas.” Este versículo, lleno de esperanza, refleja una verdad inquebrantable: el esfuerzo, la paciencia y el trabajo, aun cuando vienen acompañados de dificultades, siempre traerán consigo frutos de alegría y prosperidad.
Así como la semilla necesita ser sembrada con esfuerzo y dedicación, también el futuro de Chihuahua depende de nuestra capacidad para enfrentar los desafíos que se nos presenten, con trabajo incansable, sin dejar de lado nuestra esperanza en el mañana. Este es el reto al que nos enfrentamos como chihuahuenses en 2025: sembrar con fe y trabajo duro, para que, con el tiempo, podamos cosechar los frutos de un Chihuahua más justo, más próspero y más fuerte.
Chihuahua, como tierra de hombres y mujeres que han vivido la adversidad, tiene un legado profundamente marcado por el trabajo y el esfuerzo. A lo largo de nuestra historia, hemos enfrentado sequías, invasiones, pobreza y violencia. Sin embargo, siempre hemos logrado salir adelante, porque en el corazón de nuestra gente late la certeza de que el trabajo constante y la unión nos permitirán superar cualquier obstáculo. El chihuahuense no se rinde, no se doblega ante la dificultad; al contrario, se levanta, trabaja y sigue adelante.
El 2025 se perfila como un año lleno de retos, pero también de oportunidades, al igual que la semilla que, a pesar de ser lanzada en lágrimas, brota con regocijo, debemos tener la convicción de que, a través de nuestro trabajo y determinación, superaremos estos obstáculos.
No podemos permitirnos rendirnos ante la adversidad. El reto es grande, pero el espíritu de los chihuahuenses lo es aún más. Nuestra gente ha sido, históricamente, forjadora de su destino. Los campos de nuestra tierra han sido sembrados por generaciones de hombres y mujeres que, a pesar de las dificultades, nunca dejaron de trabajar. Ese legado de esfuerzo es el que debemos recordar y honrar en cada acción que tomemos para garantizar un futuro mejor para las generaciones venideras.
La defensa de nuestros recursos naturales, la mejora de nuestras infraestructuras y la creación de empleos dignos son algunos de los pilares en los que debemos enfocar nuestros esfuerzos. Pero no basta con trabajar arduamente; también debemos hacerlo de manera inteligente, con políticas públicas que promuevan la sustentabilidad y el desarrollo económico en armonía con el entorno. Esto no solo nos garantizará un futuro más próspero, sino también más seguro y más justo para todos.
Al igual que el agricultor que siembra con la esperanza de una buena cosecha, debemos sembrar hoy las semillas de la prosperidad que nos permitirán cosechar un Chihuahua fuerte y próspero en el futuro. Cada uno de nosotros, con su esfuerzo diario, con su trabajo y con su compromiso, es una semilla que, al unirse con otras, contribuirá al crecimiento de nuestra tierra.
El Salmo nos enseña que, aunque la siembra sea difícil y nos cueste lágrimas, la cosecha será motivo de regocijo. Es en este espíritu que debemos enfrentar los desafíos del 2025: con la certeza de que, a pesar de las dificultades, el trabajo constante y la unidad nos llevará a cosechar un futuro mejor. No dejemos que las lágrimas del presente nos hagan perder de vista la alegría de la cosecha que nos espera.
Es momento de redoblar esfuerzos, de sembrar con esperanza y de trabajar con la firme convicción de que Chihuahua, con el legado de trabajo que lo ha caracterizado, saldrá adelante. Así, en el 2025, cuando miremos atrás, podremos decir con orgullo que, a pesar de las dificultades, hemos cosechado lo que tanto hemos trabajado: un Chihuahua más próspero, más justo y lleno de esperanza.
Francisco Sánchez Villegas
Geoestratega, abogado humanista, defensor de la ilustración y político disruptivo.
Desde el cargo de Secretario del Ayuntamiento del Gobierno Independiente de Parral, ha impulsado una trascendental agenda de empoderamiento ciudadano. Fundador y Curador de Casa Ícaro, Think Tank concentrado en el futuro y la libertad.
Pensador neorenacentista propulsor de polímatas. Buscador de mentes virtuosas. Antifrágil.
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