Ciudad Juárez ha sido testigo de la injusticia sistemática. En esta tierra, que ha presenciado los peores crímenes y el dolor más profundo, la impunidad ha sido la regla, no la excepción. Juárez ha sido traicionada por aquellos que juraron servirla y abandonada por quienes debieron protegerla. Ciudad Juárez conoce como ninguna otra ciudad lo que significa la corrupción en el poder, la injusticia como único destino de las víctimas, el abandono como norma.
¿Ciudad Juárez está condenada a la injusticia? o ¿Tiene frente a sí una oportunidad de construir un futuro más justo? Este año, viviremos un proceso atípico, estamos en medio de un proceso electoral sin precedentes, controvertido y definitivamente desafiante. La elección judicial es un desafío sin precedentes.
Con más de diez boletas en mano y cientos de nombres en cada una, el elector juarense enfrentará la decisión de elegir más de 300 cargos en el estado. La tarea no es menor, es una elección titánica, discernir entre el ámbito federal, entre las materias, con la paridad de género, en una elección con poca difusión, con reglas difusas.
Es aquí donde radica el verdadero reto de este proceso electoral: ¿cómo construir desde las urnas un Poder Judicial verdaderamente incorruptible cuando el proceso mismo está infestado de dificultades?
La participación libre e informada son los cimientos de cualquier democracia sólida, y en esta elección, ambos valores están en juego. Por ello, cada ciudadano debe convertirse en un vigilante del proceso, un defensor de la democracia y un garante de que esta elección se lleve a cabo con justicia y equidad, con respeto a la ley y la voluntad de los juarenses.
Este es un desafío de carácter moral y cívico. Ciudad Juárez tiene la oportunidad de dar un paso trascendental en la construcción de una justicia que responda a los principios de imparcialidad, honestidad e independencia. De construir un poder judicial que sí responda a la hora buena, que le dé la cara a los juarenses, que haga frente a quienes lastiman sin piedad, sin consecuencia alguna, a las familias de esta heroica frontera. Ciudad Juárez puede erigir un Poder Judicial incorruptible.
Ciudad Juárez ha visto la cara más oscura de la violencia, ha sido el epicentro de un dolor que no podemos permitir que se repita. Esta es la oportunidad de tomar el destino en nuestras manos, de demostrar que no nos rendimos ante la corrupción y que Juárez no es tierra de impunidad, sino de dignidad. Construir un Juárez incorruptible es posible. Que este 2025 el poder cívico ascienda. Esto es un deber con la historia, con las víctimas, con nuestra ciudad. No más indiferencia, no más resignación. Es tiempo de que Ciudad Juárez recupere la justicia arrebatada.

Francisco Sánchez Villegas
Geoestratega, abogado humanista, defensor de la ilustración y político disruptivo.
Desde el cargo de Secretario del Ayuntamiento del Gobierno Independiente de Parral, ha impulsado una trascendental agenda de empoderamiento ciudadano. Fundador y Curador de Casa Ícaro, Think Tank concentrado en el futuro y la libertad.
Pensador neorenacentista propulsor de polímatas. Buscador de mentes virtuosas. Antifrágil.
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