En los últimos días conmemoramos el Día de la Tierra, una tradición que se ha arraigado en nuestro calendario desde hace algo más de una década. Este día nos invita a reflexionar sobre la bendición que representa habitar este planeta. Sin embargo, a menudo dedicamos poco tiempo a contemplar nuestra relación con él. En épocas ancestrales, nuestros antepasados llevaban una vida nómada, sin arraigo, incapaces de forjar comunidades organizadas que perduraran. Fue el descubrimiento de la agricultura lo que les permitió establecerse, crecer y evolucionar, gracias al contacto íntimo con la tierra.
En la actualidad, conectar con la tierra puede parecer una idea descabellada, pero en su esencia encontramos valiosas herramientas para mejorar nuestra calidad de vida. Las plantas y los animales nos muestran una realidad que va más allá de nuestro ser individual, revelando nuestra interconexión con el entorno. Empatizar con esa vida, aunque diferente a la nuestra, nos conecta con algo superior. Reconocerla significa percibir su vitalidad en el oxígeno que respiramos, su calor en los rayos del sol y su abrigo en la sombra de los árboles.
En un mundo donde la soledad afecta a muchas personas, los árboles pueden ofrecer la compañía necesaria para recordarnos nuestra humanidad, sin que nos tiemble el pulso ante la grandeza de su existencia. Comprender que la madre tierra nos provee de esperanza, fortaleza y salud nos motiva a cuidarla, respetarla y preservar su fortaleza y poder.
Te animo encarecidamente a considerar la adopción de un árbol, una planta o incluso una mascota. Al hacerlo, podrás experimentar la poderosa sensación de cuidar una vida que, aunque no se exprese con palabras, tiene el poder de sanar el alma simplemente con su presencia. Este acto de cuidado y responsabilidad hacia otro ser vivo no solo contribuye a su bienestar, sino que también nutre tu propia salud mental.
La conexión con la naturaleza y el cuidado de otros seres vivos nos recuerdan nuestra interdependencia y nos proporcionan un profundo sentido de propósito y conexión con el mundo que nos rodea. Este acto también es esencial para la salud mental. ¡Nos vemos en la Terapia!

Lucía Barrios
Psicoterapeuta, fundadora de CEFAMPI y autora. Experta en terapia breve, violencia de género y derechos humanos. Conferencista y docente en UACJ, ha liderado proyectos significativos sobre psicología y desarrollo humano.