Uno de los temas que se estudian en la materia de análisis político, es el de la correlación de fuerzas.
Se trata de ubicar en un plano horizontal las diversas fuerzas políticas que perviven en el ambiente político de la entidad.
¿Quién es quién? ¿Cuántos son? ¿Dónde están? ¿Qué armas portan? ¿Qué jabón los patrocina?
Aunque el concepto guarda un amplio espectro en la composición socioeconómica y política; a la ubicación y estudio de partidos políticos, organizaciones no gubernamentales, y otros organismos de influencia pública, le llamamos también correlación de fuerzas.
El político que se precie de serlo, deberá de practicar este ejercicio cuando menos una vez por mes, para colocar a sus adversarios en este plano y saber cuánto ha crecido o decrecido su imagen. La propia y la de sus adversarios.
Para el estudio de correlación de fuerzas, primero definimos el motivo de estudio.
¿Qué queremos saber?
¿Su presencia territorial? ¿Su fuerza política? ¿Su capacidad de arrastre electoral? ¿Las figuras representativas?
Se buscan los elementos de observación empírica y se ponen en contraste.
El ejercicio puede ser tan complejo o sencillo como lo diseñe usted.
Dependiendo del resultado que se pretende obtener, puede ser infinitamente técnico, o simple y conciso.
Desde el estudio de las correlaciones objetivas sociales, o sea, el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, en contraste con las correlaciones de poder.
Hasta la concreción de un solo motivo de estudio.
Se puede analizar desde la medida en la cual las superestructuras reaccionan sobre la estructura, la política sobre la economía, o viceversa.
O estudiar las fuerzas externas y su reacción pasiva o activa sobre las correlaciones políticas locales.
Qué tan subordinada está la vida de un gobierno o de un partido a las fuerzas externas.
Yo hago varios ejercicios. Pero para llegar a un análisis acertado de las fuerzas que operan en cierto período y determinar su correlación, me gusta contrastar las relaciones entre la estructura del poder y las superestructuras que de él se desprenden.
Con el estudio de la correlación de fuerzas, se puede tener una visión muy amplia del panorama político económico y social de un país, una entidad, municipio o aldea.
Una herramienta que ayuda al gobierno, al partido, o al político en lo particular, para determinar su actuación frente a una realidad más exacta.
Ojalá de esta lectura, se produzca el interés de la nueva camada de legisladores, alcaldes y regidores por conocer un poco sobre el estudio de la correlación de fuerzas, para no entrar a ciegas al desempeño de sus cargos.
Una vez que se ha hecho este balance, se debe estudiar otro jugador en el tablero.
LAS FUERZAS ANTAGÓNICAS.
Pero esa, como diría la Nana Goya… Esa es otra historia.
Hasta la próxima.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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