En 1986 se fundó el Frente Democrático Nacional (FDN) por el grado de descontento en la vida política de nuestro país y del único partido que gobernaba. Inicio como un movimiento crítico que pronto se convirtió en una coalición de las fuerzas de oposición, declarándose la Izquierda mexicana.
Fue el FDN quien respaldó la candidatura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, un crítico total a la política económica del entonces presidente Miguel de la Madrid, el 6 de julio de 1988 fueron las elecciones federales, comenzó la jornada electoral y los mexicanos salieron a votar, cuando se registraba una mayoría de votos a favor de Cárdenas, ocurre una falla del sistema, cuando se recuperó la información anunció la victoria del candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari.
Las elecciones eran organizadas en aquellos años por la Secretaría de Gobernación, por lo que era un órgano dependiente del estado el encargado del proceso, la cual estaba encabezada por Manuel Bartlett Díaz, asignado por el presidente Miguel de la Madrid. Todo esto no lo digo yo, es parte de la historia mexicana.
Manuel Bartlett desde aquel tiempo se le ha responsabilizado en la falla del sistema, actualmente preside la Comisión Federal de Electricidad, quien lo pone en ese lugar es el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero no es raro que una persona con tremenda trayectoria este en las filas del presidente, como siempre lo he mencionado parece que los bañan en agua bendita y los eximen de todo pecado. Ahora es San Bartlett discípulo del mesías.
Tras la derrota de los comicios del 88, funda, junto a varios simpatizantes, el partido de la Revolución Democrática (PRD) y en 1994 el líder de la izquierda se postula nuevamente a las elecciones presidenciales de 1994, pero pierde ante Ernesto Zedillo.
La historia inició en la década de los noventas, cuando Cuauhtémoc Cárdenas se convierte en el primer jefe de gobierno en una elección en el distrito federal y López Obrador asume el cargo de dirigente nacional del PRD después de haber dejado ambos su militancia priista. Cárdenas abandona el cargo al frente del Distrito Federal para encabezar nuevamente la candidatura del PRD en las elecciones del 2000, en estos comicios gana la presidencia Vicente Fox.
La separación política entre ambos comienza a partir de ese momento, cuando López Obrador asume el cargo de Jefe de Gobierno de la capital del país y Cárdenas pierde la presidencia es justo ahí donde comienza la historia llena de amor y desamor político.
En los últimos años el líder moral de la izquierda Cárdenas no ha estado del todo conforme con el jefe del ejecutivo.
Surge una “Nueva” asociación Colectivo México y escribo nueva entre comillas por que esta integrada con personajes de la vieja política mexicana como Labastida, Beatriz Pages, José Narro, Josefina Vázquez Mota entre otros nombre y obviamente por el ingeniero Cárdenas quien se suma a un nuevo frente opositor al Gobierno Obradorista.
Tras enterarse sobre esto, el martes pasado en el show mañanero, el presidente llamó a Cárdenas “Conservador”, asumiendo y demeritando que el colectivo no se trate más que un bloque conservador.
Cuauhtémoc Cárdenas era ya adversario político.
Sin embargo, luego de las declaraciones del presidente, el ingeniero se deslinda del Colectivo México al primer manotazo del presidente, recordemos que hay un hijo de por medio Lázaro. Acto seguido, manifiesta López Obrador respetar mucho al precursor de la democracia.
La historia habla sola, si Cuauhtémoc Cárdenas no hubiera fundado el PRD, el presidente no sería presidente.
En 1988 yo tenía solamente 5 años, en este momento a mis 39 años pienso que Cárdenas no fue presidente de México por tibio, ¿dónde quedó la “Valiente Izquierda” mexicana?
Aldonza González Amador
Criminóloga y Empresaria Juarense
Actualmente Presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas en el Estado de Chihuahua (ONMPRI) y Estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de la Rioja España.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.