¿Estamos atravesando una Tercera Guerra Mundial? Es aún muy pronto para definirlo como tal, lo que sí podemos vislumbrar es que después de la pandemia del Covid 19, el mundo no volverá a ser como era antes. El mapa financiero y del poder habrá de tener considerables cambios. El orden internacional sufrirá tal sacudida como las vividas después de la Primera y Segunda Guerra Mundial, en las que hubo un total reacomodo de fuerzas junto al rediseño de fronteras principalmente en Europa.
Si bien, en esta ocasión lo que está en juego no son las fronteras ni los territorios de forma material, la lógica del poder imperante es prácticamente la misma. El juego de suma cero, en el cual todo lo que pierdan los actores internacionales más débiles, lo ganan los más fuertes.
El poder armamentístico, a diferencia de la I y II GM, no recae en los grandes ejércitos, en la contundencia aérea, los bombardeos o la capacidad marítima y los desembarques. En esta ocasión, la guerra se libra con equipos de investigación, farmacéuticas, logística sanitaria, recursos económicos, capacidad de innovar, y nuevas tecnologías.
Al igual que en las conflagraciones del siglo XX, la política mundial habrá de reorganizarse, algunas potencias se apagarán mientras que otras se erigirán como vencedoras de la pandemia con el consiguiente cambio en cuanto al orden político internacional.
Aquellos países, con mejor y mayor capacidad de producción de vacunas y capacidad de aplicación, así como los que menos dinero hayan perdido, son los que se levantarán como ganadores de esta guerra. Las vacunas y los recursos financieros serán los nuevos mecanismos de atracción y presión de los países ricos sobre los más pobres
Con ello se abre un nuevo frente más allá del sanitario y económico; el ideológico, marcado por los estilos y métodos con los que los líderes mundiales combaten el virus, así como su estrategia y capacidad de inmunizar a su población.
Las nuevas fronteras no solo estarán determinadas por una franja física, ahora lo estarán también por la vacuna. El cierre de fronteras a países con alta tasa de contagios, mortalidad y deficiente manejo de la pandemia, es ya una realidad.
Situación que se irá ampliando, pues no solo bastará una prueba de Covid para trasladarse a nivel internacional, el requisito de un pasaporte de inmunidad se escucha cada vez como una forma de regular la movilidad de viajeros a nivel mundial y no dudo que no pase mucho tiempo para concretarse.
Este pasaporte de inmunidad también llamado como pasaporte “verde”, quedará supeditado a las vacunas reconocidas o avaladas por la comunidad científica de los países en conflicto. Así que nadie se sorprenda si las consecuencias post Covid reviven el conflicto Este – Oeste.
Triste panorama para México, donde al desastre sanitario, el criminal manejo de la pandemia y la ruina financiera se le suman la falta de vacunas, la incapacidad del gobierno en cuanto a logística para distribución y aplicación de vacunas, y de manera muy importante; la adquisición de una vacuna no aprobada por la OMS lo que seguramente terminará por cerrar la entrada de los ciudadanos mexicanos a territorio estadounidense, canadiense y Unión Europea.
¿Tercera Guerra Mundial? Será el tiempo y la historia quien lo decida, lo que es seguro es que después del miedo, la enfermedad, la muerte, el desempleo, la quiebra y la pobreza, cuando hayamos superado el Covid el mundo será muy distinto en términos de poder y geopolítica.
Claudia Vázquez Fuentes
Analista Geopolítica.
Maestra en Estudios Internacionales por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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