La reciente orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump para designar a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas extranjeras” marca un punto de inflexión en la relación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad. Esta medida, que lleva años siendo debatida en el Congreso estadounidense, representa un endurecimiento en la estrategia contra el narcotráfico, al equiparar a estos grupos criminales con organizaciones como Al-Qaeda o el Estado Islámico. Sin embargo, las consecuencias de esta decisión podrían ir mucho más allá de lo esperado.
Por un lado, esta designación permitiría a las agencias estadounidenses aplicar sanciones más severas, congelar activos y perseguir judicialmente a quienes brinden cualquier tipo de apoyo a estos grupos. Sin embargo, también plantea un problema diplomático complejo, ya que México ha rechazado en múltiples ocasiones cualquier intervención militar extranjera en su territorio. La cooperación binacional en seguridad se vería obligada a redefinirse, poniendo a prueba la relación entre ambos países.
En este contexto, los nueve cárteles que podrían ser incluidos en la lista representan una amenaza latente no solo para México, sino también para Estados Unidos y otras regiones del mundo debido a su capacidad logística, su diversificación en actividades delictivas y su expansión territorial. Entre ellos destacan:
- Cártel de Sinaloa
Considerado uno de los grupos criminales más poderosos del mundo, el Cártel de Sinaloa ha consolidado una estructura transnacional que le permite traficar drogas como cocaína, metanfetaminas y fentanilo. Actualmente enfrenta una disputa interna entre las facciones de “Los Chapitos”, liderados por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y “La Mayiza”, que apoya a Ismael “El Mayo” Zambada. - Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
Conocido por su violencia extrema y sofisticada capacidad militar, el CJNG, encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, ha crecido de manera acelerada en los últimos años. Su presencia se extiende a 23 estados mexicanos y a regiones internacionales, convirtiéndose en un actor clave en el tráfico de metanfetaminas y fentanilo. - Cártel del Golfo (CDG)
Esta organización, con raíces en Tamaulipas, ha experimentado múltiples fracturas internas. Sus facciones, como Los Metros y Los Ciclones, mantienen una feroz disputa por el control de territorios clave. A pesar de su debilitamiento, sigue siendo una pieza clave en el tráfico de drogas, personas y actividades ilegales en el Golfo de México. - Los Zetas
Originalmente surgidos como brazo armado del Cártel del Golfo, Los Zetas se independizaron y se convirtieron en uno de los grupos más violentos de México. Aunque la captura de sus principales líderes debilitó su estructura, facciones como el Cártel del Noreste (CDN) siguen operando en regiones como Tamaulipas y Nuevo León. - Cártel del Noreste (CDN)
Derivado de Los Zetas, el CDN mantiene un fuerte control en el noreste del país, especialmente en Nuevo Laredo. Su historial de violencia incluye enfrentamientos con fuerzas de seguridad y bloqueos carreteros. En enero de 2025, se reportó la detención de 27 de sus miembros, lo que evidencia su constante actividad criminal. - Cártel de Juárez
Fundado en la década de 1970, el Cártel de Juárez ha protagonizado algunos de los episodios más violentos de la historia reciente de México. Su brazo armado, La Línea, ha estado involucrado en cruentas disputas por el control del trasiego de drogas en Chihuahua, enfrentándose al Cártel de Sinaloa en una guerra territorial que parece no tener fin. - Cártel de Tijuana (Arellano Félix)
Alguna vez uno de los cárteles más poderosos del país, su influencia ha disminuido tras la captura de sus líderes principales. Sin embargo, la organización sigue activa en la región fronteriza, disputándose el control con el Cártel de Sinaloa y el CJNG. - Organización de los Beltrán Leyva
Lo que alguna vez fue una sólida alianza con el Cártel de Sinaloa se fracturó en 2008, desatando una ola de violencia entre ambos grupos. Aunque su poder ha menguado, células derivadas como Los Rojos y Guerreros Unidos continúan operando en estados como Guerrero y Morelos, involucrándose en el tráfico de drogas y otros delitos. - La Familia Michoacana
Este grupo, que en sus inicios se presentó como un movimiento de autodefensa, se ha consolidado como una organización criminal con presencia en Guerrero y el Estado de México. Su expansión ha llevado a las autoridades de Estados Unidos a sancionar a varios de sus miembros por su participación en el tráfico de fentanilo y metanfetaminas.
La posible designación de estos cárteles como organizaciones terroristas extranjeras abriría la puerta a medidas más agresivas por parte de Estados Unidos, como el uso de la jurisdicción extraterritorial, extradiciones más expeditas y una mayor presión diplomática sobre México para endurecer su estrategia de combate al crimen organizado.
Sin embargo, más allá del impacto jurídico y político, queda la pregunta de si esta estrategia realmente logrará debilitar a estas organizaciones o si, por el contrario, provocará una mayor fragmentación, desatando nuevos conflictos y afectando aún más a la población civil, que sigue atrapada en la espiral de violencia generada por el narcotráfico.
Don Q. Chillito
¿Quieres colaborar con este espacio?
Puedes enviar tu denuncia, caso, foto, texto o lo que tengas que decir a [email protected]. Tu información será tratada con estricta confidencialidad.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.
