En números anteriores he mencionado que en México existe el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, del cual depende a su vez el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el cual ofrece un reconocimiento a aquellos investigadores que, debido a su capacidad científica, han logrado un desempeño digno en su trayectoria. En el SNI existen los niveles de candidato, Nivel I, Nivel II, Nivel III y Emérito, quienes son evaluados periódicamente para subir o permanecer en el nivel, aunque también en ocasiones se pierde dicho reconocimiento.
Oficialmente, a los integrantes del SNI se les evalúa la generación de Productos Solidos de Investigación (PSI), tales como artículos científicos, libros, capítulos de libros, patentes, formación de recursos humanos, vinculación y proyectos con la industria, entre muchas otras cosas.
Sin embargo, en mi opinión personal, que puede ser diferente a la de los lectores, considero que hay ciertos aspectos en los que se puede mejorar y cito un ejemplo. La generación de artículos científicos es uno de los procesos más fáciles de generar esos PSI solicitados, lo que implica que un investigador envía su trabajo o reporte científico a una revista para que sea evaluado por un editor, y si después de un proceso de revisión por pares se determina que ese trabajo es meritorio y afín a la revista, se publica, pero no sin antes ceder los derechos a la misma y ahí es donde considero que está el error. ¿Por qué no revisar si ese artículo tiene conocimientos que puedan protegerse mediante una patente o cualquier otro procedimiento antes de ceder los derechos? Es decir, considero que generamos muy buen conocimiento en México y éste es cedido a editoriales o bien se hace del dominio público al ser publicado.
Para entender este proceso, es importante recordar que países como Estados Unidos de América, Corea del Sur y Japón tienen claramente definido ese concepto de apropiarse del conocimiento que se genera en los centros de investigación mediante patentes y modelos de utilidad, y son los que más patentes generan a nivel mundial.
El apropiarse de ese conocimiento generado indica que, en el futuro, quienes deseen explotar esas patentes, deben pagar una serie de regalías económicas a quienes tienen esos derechos.
Sin embargo, muchas veces al publicar a manera de artículos científicos para generar esos PSI solicitados por el SNI, esos conocimientos se hacen del dominio público y pueden ser aprovechados por otros, y el país que ha invertido en la investigación con fondos del pueblo, así como el investigador que ha invertido su tiempo, solo obtienen un reconocimiento o distinción.
En conclusión, en mi opinión personal, considero que antes de publicar un trabajo como resultado de una investigación, siempre se debe revisar ampliamente si el conocimiento generado puede ser protegido por alguna vía para poder apoderarse del mismo.
Deseo concluir en esta ocasión con una pregunta ¿Cuánto paga México por concepto de patentes y regalías a otros países?
Ojalá el lector encuentra rápidamente la respuesta.
Jorge Luis García Alcaraz
Ingeniero Industrial y Maestro en Ciencias de la Ingeniería Industrial conDoctorados en Ingeniería Industrial; Ingeniería, Diseño de Producto y Procesos Industriales; Ciencias y Tecnología Industrial; Ingeniería Mecánica por la Universidad de Zaragoza (España) y Postdoctorado en Procesos de Manufactura.
Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores en el Nivel III e investiga el modelado de sistemas de producción. Recibió el premio estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación 2015.
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