Introducción: El Magnífico
El Paralelo Magnífico es una línea de referencia imaginaria originalmente definida sobre la superficie terrestre, propuesta en 2020 por un grupo de académicos internacionales. Esta línea coincide con el paralelo geográfico 31° 12’ N, que marca la latitud de la histórica y multicultural ciudad de Alejandría en el norte de Egipto. La famosa Biblioteca de Alejandría fue en la antigüedad el centro del conocimiento humano en los tres siglos previos a y durante el esplendor del Imperio Romano.
Actualmente (2038) poblaciones, sitios históricos, centros culturales, deportivos y de investigación en la Tierra cuyas latitudes caen dentro de una banda de un grado de anchura centrada en 31° 12’ N, se dice que pertenecen al Paralelo Magnífico (en general referido simplemente como El Magnífico, el paralelo de Alejandría). De tal forma, dicha banda queda limitada al norte por el paralelo 31° 42’ N y al sur por el 30° 42’ N.
Al llegar a Marte en 2028, el primer grupo de científicos y técnicos tuvimos la iniciativa de establecer aquí un análogo al Magnífico de la Tierra. Así, hoy existe ya reconocida de manera extraoficial una imaginaria y angosta banda de un grado de anchura centrada en la latitud 31° 12’ N del planeta rojo. Algunas de las primeras estaciones, bases y laboratorios permanentes en Marte se ubican expresamente hoy dentro del Paralelo Magnífico marciano, en varias zonas del planeta, cubriendo una importante variedad de terrenos, topografías y composiciones y propiedades de suelo propias de las distintas longitudes marcianas. Tales asentamientos, provisionales y permanentes, son los siguientes: la pequeña Base Acidalia, en la región sur de la planicie del mismo nombre; la Estación Olimpo, al norte y según algunos colegas geólogos aún en los linderos de las enormes faldas del volcán inactivo más grande del sistema solar, el Monte Olimpo; la Base Arcadia entre los Montes Phlegra, y la sólida Estación Antoniadi, al norte de Syrtis Major, la gran llanura oscura observada por Huygens con telescopio desde la tierra en el siglo XVII.
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Soy Argos Vallefranco Sanmillán, astrofísico mexicano, hijo de José e Imelda y nieto de Mónica y Carmen, allá en la Tierra. Corriendo el año de 2038 del calendario Gregoriano terrestre (año 10 Marciano), hago este recuento de los hechos más relevantes ocurridos en el planeta Marte con motivo del décimo aniversario de la llegada de la primera expedición internacional de seres humanos a este mundo, técnicos y científicos hoy convertidos mayoritariamente en colonos activos. Mi crónica de los éxitos y fracasos en el Planeta Rojo a partir de 2028 es, fundamentalmente, la de un científico y colono que ha sido testigo presencial de gran parte de las actividades de exploración, análisis y muy incipiente terraformación de este planeta, o que ha sido informado en detalle de ellas por fuentes primarias y confiables, cuyos datos se encuentran comúnmente respaldados por reportes científicos y técnicos debidamente entregados al Consejo de Exploración Marciana, localmente y en la Tierra.
Fui nombrado extraoficial y emergentemente cronista de las primeras misiones de 2028-2030, y eventualmente, con el establecimiento de la primera base marciana autónoma en 2032 (la Estación Antoniadi), cronista oficial de los ahora llamados Territorios Rojos. Soy doctor en astrofísica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y aunque no tengo formación profesional como historiador, mis Crónicas de Utopías Exquisitas de Space-X (2015-2025) llamaron la atención del Consejo de Exploración Marciana y uno de sus miembros más influyentes recomendó mi incorporación, además de investigador y coordinador del monitoreo dinámico del satélite Fobos desde el planeta rojo, como jefe del equipo de Registro Histórico Marciano con las funciones de cronista oficial.
Se me informó que fui seleccionado por el Consejo principalmente por la relativa neutralidad de mi posición como académico y observador de los logros, hechos y sinsabores de nuestra internacional y humana presencia en el Planeta Rojo, no siendo ciudadano de ni teniendo afiliación cultural con ninguna de las naciones líderes de este proyecto de colonización (Estados Unidos de América, la Unión Europea y China). En el terreno personal amé, fui amado y un hombre feliz en la Tierra. Mi vida es una serie de satisfacciones resultado de dos pasiones cultivadas desde pequeño, la astronomía y el registro de los sucesos a mi alrededor.
Héctor Noriega Mendoza
Ponente. Investigador.
Maestría en Astronomía (UNAM | NMSU) y Doctor en Astronomía por la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Fundador de la Sociedad Astronómica Juarense, Cofundador del Proyecto Abel, Miembro de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, Miembro de la American Astronomical Society y Profesor de tiempo completo de Astronomía en UTEP.
