Yo sé que tal vez algunos deben opinar que “friego” mucho con la necesidad urgente de cambiar el modelo económico que tenemos en México y es verdad, lo hago cada que tengo oportunidad, en mis artículos, en mis libros, en mis clases, en mi Facebook y lo seguiré haciendo porque la realidad es más terca que yo, y si no me creen vean estos datos: Al día de hoy, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la población ocupada que no tiene acceso a las instituciones de salud en México ascendió a 32.6 millones, es decir, dos de cada tres personas (62.2%) que realizan alguna actividad productiva no cuentan con esta prestación. Únicamente 19.2 millones, es decir 37% de los ocupados, es derechohabiente de alguna institución de salud.
Es decir, si consideramos que en promedio las familias mexicanas se componen de 4 integrantes, y que trabajan dos de esos cuatro, en México, en el siglo XXI, 65 millones de mexicanos, o lo que es lo mismo, la mitad de la población total en México no tiene acceso a las instituciones de salud. Sin duda alguna una terrible y lacerante realidad!
Así pues, si al grave problema de que no tienen acceso al derecho a la salud pública le agregamos que casi dos terceras partes de la población mexicana (61.3%), gana menos de uno y hasta tres mínimos, implica que parte de su ingreso, si no es que todo, debe ser destinado a pagar médicos y medicinas.
Y además, como si no fuera suficiente, de cada 10 trabajadores, seis se encuentran en una situación vulnerable, esto como consecuencia de que su empleo depende de micronegocios no registrados, el sector informal o la agricultura de subsistencia, incluso, 15.9 millones de trabajadores subordinados y remunerados en México laboran sin tener un contrato escrito.
Me parece que queda claro la realidad de la salud pública en el país, y uno pudiera pensar que debería ser una prioridad del gobierno atender esta situación de manera urgente pero resulta que es al revés, y solo doy un dato al respecto, en el recién aprobado presupuesto de egresos 2018, la salud sufrió un recorte del 4% con respecto a los ya menguados recursos del 2017. No solo no le dieron más recursos, le quitaron. En otras palabras, a los actuales gobernantes les importa un bledo lo que sufran los mexicanos.
Podría extenderme mas dando datos sobre la realidad que se vive en México pero lo dejaremos para otra ocasión pues me gustaría terminar explicando que para los que somos economistas nos queda claro que existen a grandes rasgos, dos formas de ver el Estado, una primera que implica una gran participación del gobierno para proveer bienes públicos suficientes para garantizar un mejor desarrollo de sus ciudadanos y una segunda, que cede al mercado y a la libre oferta y demanda esa provisión de bienes, en la idea de que quien tenga dinero pueda comprarlos y quien no pues le haga como pueda, después de todo para ellos, los ciudadanos son desechables.
Es evidente que tipo de Estado tenemos, ya no existe la seguridad social, ya no tenemos mas un Estado Benefactor, por eso debemos cambiar primero el Régimen en 2018 para intentar cambiar el modelo económico y pues sí, seguiré dando lata con eso…
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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