¡Esta mujer está loca! Pensé en silencio mientras escuchaba a Teresita y sus lamentos por la fiesta improvisada del día la madre que le habían organizado entre sus hijos y nietos.
¿Cómo es posible? le hacen fiesta comida y se pone sus moños diciéndome que ni quería ir.
No, no y no algo no está bien, entonces recordé cuando llegué a su casa y repase su historia familiar después del COVID -19.
-Nos quedamos en la calle – Me dijo mientras yo constaba que en realidad vivían así, casi en la calle.
-Yo hago pan ranchero que mi esposo vende en los mercados del centro pero los cerraron, luego empezó a vender en las esquinas de algunas calles y ni las moscas se le paraban, luego fue casa por casa y nadie le abría. ¿Con qué pagábamos la renta, los servicios, la comida? Me empecé a enfermar de “nervios”, todo me daba mucho miedo hasta me dijeron que fuera que con un tal psiquiatra y yo dije ¡A chingao, ni pa las tortillas tengo! y cuando algo duele lo único que alcanza es el “ Dr. Simi”. Ya estamos viejos yo pa que quiero una fiesta si mañana ahí estoy con la zozobra de a ver que se vende, porque no crea aunque ya están abiertos los changarros la gente no gasta, no compra, y luego este viejo llega todo loco y pues ya sabe nos empezamos a decir cosas y un día hasta le pegué con un sartén. Ya me perdonó pues sabe que estoy enferma “de nervios”, –
Les comparto esta pequeña historia a propósito del Día Internacional de la Salud Mental de pasados días, haciendo una remembranza de los efectos que se anunciaron y traería consigo la pandemia del COVID 19, y es que las instituciones de salud lo dijeron, las autoridades de seguridad la confirmaron y los colegios de médicos ya lo sabían; el estrés , las dificultades económicas, el confinamiento en el hogar y en los tipos de hogares que tenemos en Juárez no podían engendrar otra cosa que una ensalada muy peligrosa que empieza a desembocar y hacer estragos en diferentes formas de violencia, de conflictos personales y por supuesto dentro de las familias.
Podemos mencionar algunos datos, como un estudio reciente de la ONU en México que dice que con el aislamiento la tensión en los hogares crece lo que se ha constatado en el aumento de llamadas por servicios psicológicos en todo el país. Las fiscalías de los estados han reportado considerables incrementos en carpetas de investigación por delitos de violencia familiar, reportes de la Asociación Civil Red Nacional de Refugios mencionó el incremento de 60 a 160 llamadas diarias denunciando actitudes violentas de la pareja contra su esposa e hijos desde que dio inicio la Pandemia.
Teresita, usted y yo hemos pasado por esto, pues aunque que desde hace algunos años se ha tratado de darle importancia en presupuesto obras y acciones a la salud mental la realidad que se cómo siempre el destino nos alcanza.
Si antes de la pandemia los recursos con los que contábamos en el estado para atender la recuperación psicológica de las mujeres víctimas de violencia, a los victimarios de la violencia, a los pacientes en rehabilitación por consumo de drogas, a las personas con trastornos psicológicos y los enfermos mentales de los hospitales eran ridículamente escasos, imagínese usted ahora el escenario en que estamos parados.
Sin duda, Teresita y su esposo usted y yo necesitamos primero un ingreso medianamente seguro y digno que nos permita no enfermarnos de “Nervios”, luego, considerando que el factor económico no es el único indicador del aumento estratosférico que están teniendo a nivel mundial enfermedades como la depresión y la ansiedad; creo que las autoridades de todas los niveles de gobierno deberían estar orientadas ¡ya! a subsanar los estragos en la Salud mental que ha dejado la situación post pandémica con suficientes recursos.
De otra manera continuarán creciendo silenciosamente los efectos secundarios de los trastornos pisco emocionales y mentales convirtiéndose en patológicas sociales mucho más difíciles de erradicar, de otra manera estaremos Teresita, usted y yo usando el sartén y buscando una beca para el psiquiatra.
Rocío Saenz
Lic. En Comercio Exterior. Lic. En Educación con especialidad en Historia. Docente Educación Básica Media y Media Superior, Fundadora de Renace Mujer A.C. Directora de Renace Mujer Lencería, Consultora socio política de Mujeres.