El arte de la política cambia constantemente. Aquellos de nosotros inmersos en ella debemos adaptarnos o nos volveremos obsoletos. Sin embargo, parte de ese cambio ¿consiste en tapizar la ciudad, el estado y el país con anuncios espectaculares? No recuerdo quién fue el pionero en esto, pero siento que se ha desvirtuado el intento de ser visto a través de pseudoentrevistas que todos sabemos que jamás han dado.
Ahora debemos soportar anuncios que parecen sacados de un episodio de “La Rosa de Guadalupe”, donde el amor siempre triunfa. Vemos imágenes de baja calidad, tomadas desde los peores ángulos, y aún así se atreven a colocarlos con apenas 10 metros de distancia entre sí. Hay personajes de la política cuya trayectoria está más llena de vacíos que de aciertos en los puestos que han ocupado.
¿Se han detenido a pensar en el costo de cada uno de esos anuncios? Oscilan entre los $20,000 y $32,000, así que saquen sus cálculos. ¿De dónde proviene ese dinero? La semana pasada viajé de la ciudad de Chihuahua a Ciudad Juárez y, simplemente en el Periférico de la Juventud a la Av. Gómez Morín, conté 47 espectaculares de una de nuestras prominentes diputadas locales, quien, por cierto, es la que más inasistencias tiene en el Congreso del Estado.
Las fotografías son opacas, carecen de esa chispa que debe tener un anuncio de tal magnitud. Se supone que se crearon para reforzar campañas publicitarias y ofrecer un producto o evento que transmita un mensaje subliminal de deseo. Sin embargo, lo único que logran es generar contaminación visual. Queridos políticos, ¿realmente piensan que gastar millones en anuncios espectaculares les genera votos? ¿Creen que así se gana una elección? Pregunto porque podría estar equivocada y ser esta la nueva forma de hacer comunicación política. Sin embargo, siento que comparto el sentir de muchos.
La política se forja en el territorio, con las personas, de casa en casa, de ciudadano en ciudadano. Al menos, eso es lo que me enseñaron y esas son mis bases e, incluso, ideologías. Personalmente, poco me importa que se autodenominen “la pareja del año” emulando a Mariana y a Samuel García, o cualquier otra trivialidad que no va a solucionar problemas como los baches en las calles, la seguridad o impulsar el crecimiento económico de nuestro estado.
¡Necesitamos resultados! Varios de esos rostros en los anuncios han sido o son servidores públicos. Estamos acostumbrados a ver las mismas caras que simplemente saltan de un cargo a otro. Esperaría que tuvieran algún otro mérito, o al menos, que estuvieran trabajando en beneficio de México, más allá de una mala fotografía o autodenominarse la “pareja del año”.
Las nuevas generaciones deben innovar, sin duda, pero es fundamental entender qué es la verdadera comunicación política. Si bien la política es percepción, lo único que están logrando con estos anuncios es aumentar el descontento ciudadano, generar más dudas sobre el uso de recursos públicos y alimentar sus propios egos.
Aldonza González Amador
Criminóloga y Empresaria Juarense
Actualmente Presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas en el Estado de Chihuahua (ONMPRI) y Estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de la Rioja España.
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