El día empieza como otro sábado común y corriente, para los moderados el dia después de la iconoclasia femenina de las marchas; más corriente que común, continúan los desayunos de señoras y algunas empresas se han tomado unos días más para conmemorar a sus amadas y queridas mujeres, -porque si ellos no pueden algo no existe y si no existe lo inventan por nosotras-, y ante tanta complacencia y felicidad uno desearía que estos días perduraran un poquito más.
El 09 de marzo como cada año para muchos solo queda el recuento de los daños, cuantas paredes rayadas, cuantos carteles y cuantas demostraciones ofensivas de las buenas costumbres se atrevieron hacer las feministas ¿a dónde iremos a parar? si ya no se respeta a una hermana de la causa, que hasta les puso unos pañuelos a los maniquís de su tienda para sumarse a la lucha.
Para quienes crean que las protestas son vandalismo y violencias deberá entender que salvo algunas excepciones los cambios sociales provienen del hartazgo, del dolor y del coraje que dejan las heridas de la injustica y que, si la regla cubre con impotencia el sufrimiento de haber pedido a una mujer por el solo hecho de serlo, entonces habrá que quebrantar las reglas porque para quien lo ha perdido todo eso ya no importa nada.
Haber marchado y manifestarse seguirá teniendo sus efectos positivos, primero porque la libertad de expresión es un derecho y segundo porque protestar evidencia una molestia sobre algo que daña y que tarde o temprano se deberá atender.
La elección del cómo entender estas expresiones será responsabilidad de cada contexto y de sus representantes políticos, cada uno podrá decidir si cierra el botón de escape de estas mujeres para dejarlas dentro de la olla de presión y evidente explosión será cuestión de tiempo.
También queda el resultado de los festejos, los pasteles, y los mensajes románticos para felicitarnos por el hecho de ser mujer, las fotografías de los simposios exponiendo a mujeres “empoderadas” exitosas y letradas manifestando su lado racional del feminismo.
Con buenas intenciones estas conmemoraciones promueven el empoderamiento, los derechos de las mujeres y la importancia de las luchas históricas que, aunque en muchos casos sean para “taparle el ojo la macho” pues solo se tiene un interés momentáneo de alguna manera contribuyen a la difusión de información relevante para el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres trabajadoras.
Y si estuvimos en alguno de los supuestos” haiga sido como haiga sido” hacer algo es mejor que no hacer nada.
Porque también está el otro resultado el Nulo, aquí hallamos a hombres y mujeres cuyas acciones y consecuencias de la conmemoración del día internacional de las mujeres se traducen en Nada, pues nadie les recriminó por no salir a rayar y parecer incivilizadas, pero tampoco nadie les recordó en su casa o en su trabajo la importancia que tiene haber conquistado los derechos de los que hoy gozamos.
Mujeres que el viernes 08 de marzo salieron cansadas de sus empleos para llegar a instalarse en la cotidianeidad del día siguiente porque la vida sigue con o sin conmemoración. Y de todas las expresiones esta es la única que me incomoda.
Debatir sobre si es bueno o no las expresiones feministas ya es un avance, pero ignorar el tema, desconocer derechos, invisibilizar violencias y permanecer al -margen- no, nos hace sensatos, nos muestra insensibles.
Y en esta insensibilidad permanecemos en la realidad de todo el año, en un estadio social porque no sé si llamarle -cultural- a la justificación incoherente de nuestras efusivas expresiones hacia las mujeres y sus logros o protestas un solo día frente a la apatía e indolencia en la que permanecemos cotidianamente.
Y es aquí en donde se me apachurra el corazón, me decepciona ver grandes empresas buscando una platica para el 08 de marzo con urgencia cuando le rogamos todo el año intentando apoyar a sus mujeres, me desalienta ver como se guarda tanta tristeza colectiva y como se va convirtiendo en rencor, esperando otra muerta para transformarla nuevamente en ira y volver a gritar “justicia para…” y asi sucesivamente cada año cada o con cada víctima.
Y asi el 09 de marzo vuelve a iniciar el circulo vicioso de indiferencia sobre los derechos aun no han llegado a miles de mujeres, esperando nuevas cifras, nuevos casos, nuevas injusticias que hagan voltear las miradas nuevamente al tema.
Un círculo que debería ser virtuoso, que incluya programas permanentes, impulso constante y acciones concretas institucionales y personales que demuestren que verdaderamente nos importan las mujeres y sus derechos humanos.
Rocío Saenz
Lic. En Comercio Exterior. Lic. En Educación con especialidad en Historia. Docente Educación Básica Media y Media Superior, Fundadora de Renace Mujer A.C. Directora de Renace Mujer Lencería, Consultora socio política de Mujeres.
