Hace algunos días a clases, el destino nos alcanzó y llegó el momento de volver, volver, volver.
Según datos de la SEP más de 25 millones de estudiantes de educación básica en México iniciaron sus clases presenciales el pasado 29 de agosto, arrancó el nuevo ciclo escolar con dos características especiales: la incertidumbre del nuevo modelo educativo y los peinados locos permitidos.
Llama la atención como muchas personas regularmente padres de familia joven se manifestaron a favor o en contra de la decisión del Consejo Nacional para prevenir la Discriminación (Conapred) sobre el acceso a los jóvenes con cabellos largos y teñidos.
Algunos padres exponían en redes su postura contraria al acuerdo evidenciando el régimen que imponen en sus familias y la disciplina con la que educan a sus hijos.
Sin embargo, otro grupo de padres al parecer más activo fueron el precedente para esta nueva medida, ya que gracias a ellos y sus cientos de quejas sobre las instituciones que negaron el acceso a jóvenes con cabellos largos y teñidos después del periodo de pandemia han logrado implantar a sus niños bajo la protección que marca la Ley Federal para Eliminar y Prevenir la Discriminación y nos guste o no solo ejercieron sus derechos.
Estos padres se tomaron el tiempo necesario para que sus hijos acudieran con libertad a las escuelas bajo el lema “ Mi cabello no afecta mi aprendizaje” y es totalmente cierto, lo contradictorio del asunto es que precisamente y sin afán de discriminar a nadie, los padres con mayor tendencia a la permisibilidad son los que menos participan, los que menos colaboran, los casi nunca contribuyen al desarrollo educativo de sus hijos.
Y mientras este lema recirculaba en redes se inició el ciclo escolar con un pie en el plan de estudios vigentes y los ojos puestos en el próximo, con un programa piloto en 30 escuelas del estado orientado en la educación “Humanista” y por supuesto la palabra “transformación “, del nuevo modelo solo se sabe eso, que es nuevo y que hay que esperarlo.
Mientras tanto se inicia la modificación de los conceptos que se habrán de utilizar, que si antes eran los alumnos deberían ser críticos analíticos y reflexivos, que si luego tenían que ser hábiles y competentes para la vida, ahora la onda es que tengan una formación integral humanista, y cuando veo tanto rollo entiendo porque tan pocos resultados .
Se entiende porque ninguna Reforma ha tenido efectos suficientes y permanecemos según la OCDE muy por debajo del promedio sobre los demás países participantes, y es muy sencillo, ninguna se ha concretado por lo menos en los 15 años y entonces como diría la politóloga Martha Arguelles el destino nos alcanza.
Nos alcanza, pues la pandemia nos paralizó, pero los jóvenes crecieron y hace referencia a un estudio coordinado por Jean-François Prud´homme y publicado por el Colegio de México con colaboración de SEP, que dice que el principal reto que enfrenta el sistema educativo mexicano consiste en armonizar –volver a unir- lo que fue separado por el tiempo: las escuelas del siglo XIX, los maestros del XX y los estudiantes del XXI
Porque en este regreso a clases esa brecha aún se percibe y se hace cada vez más amplia, las mismas escuelas sin infraestructura, sin tecnológica, sin lo mínimo necesario para aprender, con maestros a merced de las ideologías gubernamentales del momento y educados en otro siglo con el cabello corto regresan a recibir a los alumnos del nuevo siglo.
Y cuando se uno ve a estas caritas infantiles y a esos rostros llenos de juventud y esperanza uno se cree y se inspira en el lema de Mandela “La educación es el arma más poderosa con la que puedes cambiar al mundo “.
Un arma que no está precisamente en los Ejes principales del Plan Nacional de Desarrollo a pesar de contar con un nuevo modelo Educativo, a pesar que el presidente se inspira tanto en Benito Juárez que decía que la educación es fundamental para la felicidad social, a pesar de eso no está ahí.
Y en el ámbito estatal ni que decir, entre escándalos y señalamientos por cobros de uniformes y esos detalles minúsculos se han olvidado de trazar la línea educativa y la forma en la que el estado coadyuva a sacar a nuestros estudiantes el evidente abandono post pandémico.
Seguramente dirán que no hay recursos para eso, que se gastó en las grandes obras como el BRT y los dos camiones que transcurren por ahí sin pensar en las necesidades de miles de alumnos chihuahuenses.
Sin importar los gastos que representó para los padres el regreso a clases, y entonces se podrá decir que en este país la educación sigue siendo muy costosa, pero si creemos que la educación es cara para salir adelante, no quisiera pensar que estamos intentando con la ignorancia (Andy Mcintyre)
Rocío Saenz
Lic. En Comercio Exterior. Lic. En Educación con especialidad en Historia. Docente Educación Básica Media y Media Superior, Fundadora de Renace Mujer A.C. Directora de Renace Mujer Lencería, Consultora socio política de Mujeres.