Mi abuelo no fue violador, ni golpeador ni macho; tampoco lo fueron sus amigos. Mi padre no fue violador, ni golpeador ni macho; tampoco lo fueron sus amigos. Yo no fui violador, ni golpeador ni macho, tampoco lo fueron mis amigos. Por la nueva generación no puedo responder porque fue educada en la ideología de género.
Estas tres generaciones, que podríamos enmarcar entre 1900 y 2000, fueron mayoritariamente hombres de trabajo, de responsabilidad y liderazgo que lograron una impresionante transformación de la humanidad como nunca se había dado, generaron ciencia, tecnología y métodos que lograron hacer producir tierras improductivas, desarrollaron como nunca la industria y el comercio, salieron al espacio, lograron educación para gran parte de la humanidad, lograron a través de servicios de todo tipo alargar la esperanza y calidad de vida del hombre.
Quiero decirles a esos esperpentos encapuchados que el hombre no es ni golpeador, ni violador sino el constructor de esta civilización, apoyados por mujeres de verdad que desde el hogar formaron hombres íntegros, apoyaron a sus maridos y educaron a sus hijos, con ella al lado ,el hombre, con su trabajo, logró avances sin precedentes.
Hoy sufrimos la destrucción de la sociedad por una ideología perversa que se disfraza de defensora de los derechos del niño y de la mujer, pero que en el fondo quiere la destrucción de la pareja y la familia, hoy los hijos no respetan a los mayores porque les han metido en la cabeza que ellos tienen derecho a tomar sus decisiones, lo mismo pasa con ese feminismo antinatural y trasnochado que enfrenta al hombre contra la mujer y destruye la pareja.
Hoy los jóvenes no quieren adquirir responsabilidades, les han dicho que el objetivo del hombre es ser feliz y ellos piensan que cualquier cosa que les haga sentir bien es permitida, el “empoderamiento” de la mujer les hace despreciarlas y a ellas sentirse autosuficientes, nadie necesita de nadie y todo está permitido, las aberraciones y depravaciones son permitidas y hasta aplaudidas.
De la “defensa” de la mujer se pasó a la defensa del “género” y ahí se metieron todas las depravaciones y aberraciones que la humanidad había condenado por milenios, hoy vemos hombres mutilados que se “sienten” mujeres y son considerados “Influencer”, nos obligan a tolerar ver a maricones por la calle besándose, es doloroso ver niños vestido de mujer en festivales homosexuales que recorren las calles como los grandes vencedores.
Los derechos humanos se usan para someter a los humanos de los infrahumanos, el mundo está de cabeza, no somos los hombres lo que la ideología de género ha metido en la cabeza de quienes no reflexionan, ni razonan la información, de quienes se dejan manipular por los grandes capitales que quieren mano de obra barata y una sociedad estéril.
La mujer asumió, en ese siglo, la enorme responsabilidad y privilegio de conservar la especie, de ser bálsamo y resurrección, de ser el elemento de unión a través del amor, de ser la fuerza interna de la familia y la sociedad, hoy las representan viejas histéricas, manipuladas, gritando idioteces y quemando puertas.
Sé que al leer lo anterior montarán en cólera, los hombres y mujeres manipulados por la ideología de género y me insultarán y denostarán, hay un catálogo extenso que se ha hecho para quienes no estamos de acuerdo con las aberraciones y perversiones, exigirán que me calle, pero quizás algunos digan “Por fin alguien puso los puntos sobre la ies” y siendo optimista quizás algunos se pongan a reflexionar sobre como han sido manipulados por ideas antinaturales y surja en ellos un ápices de reflexión y pensamiento crítico.
Marcos Barraza
Ingeniero de profesión y aficionado a la ciencia y filosofía. Intelectual de nuestro tiempo que compagina conocimiento científico y humanista. Domina las ciencias exactas y armoniza con las ciencias sociales.
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