Hace algunos días que pasaba por un parque me quede observando a unos niños jugando que eran unos avioncitos, ¿Quién no ha jugado en alguna ocasión a ser un avión, una patrulla o hasta un mustang? Hace algunos años existió en Ciudad Juárez un personaje que le decían El Güero Mustang, cuenta la leyenda que este individuo era el hijo de un hombre de dinero que lo mandaron a estudiar a Estados Unidos y a su regreso tenía una adicción a distintas drogas por tal motivo su familia lo desheredo y lo corrieron de su casa, pero tal era la adicción de este joven que en sus fantasías desarrollo una personalidad de un Mustang ´67, durante varios años se le vio recorrer las calles de la ciudad con un volate en mano y haciendo los ruidos simulando los de un auto en marcha, se dice que en su creencia de ser un automóvil se estacionaba en un centro comercial llamado Rio Grande Mall, bueno lo de estacionar es un decir porque en si llegaba a dormir en los cajones reservados para carros y un día lo atropellaron.
La otra historia, la que es la más cercana a la realidad de “El Güero Mustang” es que era un alcohólico, y se cree que su comportamiento se debía a que era hijo de un parquero, vivía en una colonia humilde, de forma precaria y su casa era de adobe se desconoce la manera en que falleció, pero lo que si se sabe es que era un pintoresco personaje urbano que siempre iba con su volanteen mano y caminando sobre un carril, pitando a los demás y estacionándose cuando llegaba a algún destino, imagínese por un momento si usted fuera un medio de transporte como aquellos niños que jugaban a ser avioncitos, seguro yo sería un auto deportivo, por negro con quemacocos y llantas anchas, o se imagina quien sería el tráiler porque tiene muchas llantas y la caja ancha o a quien le diría el automático porque cualquiera lo maneja y que tal la ambulancia que levanta a cualquiera, o la casa rodante porque con cualquier auto se mueve, ¿Qué auto seria usted? Les juro que la historia de “El Güero Mustang” pasó y es uno de esos “Cuentos que no son cuento”
Adrián Cruz
Profesional con más de 30 años en diferentes medios de comunicación. En su columna, "Cuentos que no son cuento", comparte el anecdotario personal de un chilango viviendo en el norte del país. Muchas veces increíbles, pero siempre reales.
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