En la actualidad la reflexión carece de utilidad: lo cierto es la percepción de la imagen aparente y de la frase superflua que domina al hombre. En consecuencia, el individuo combate y defiende con débil voz y frágil argumento su libertad y sus derechos: sin embargo, se somete voluntaria y dócilmente, con razonamientos poderosos y juicios lógicos, a los sistemas sociales que le oprimen y esclavizan.
Tengo un profundo interés en objetar la reflexión Kantiana que expresa: el individuo por ociosidad y cobardía prefiere que otro piense por él; agresión terrible y ofensa tan grave que con gran dignidad y honorabilidad no la acepta el individuo; más, imposible impugnar, con base en que las acciones del hombre legitiman y legalizan la vigencia de este profundo pensamiento de Kant.
Trabajemos en esto: En todos los tiempos las religiones, las escuelas esotéricas, las órdenes místicas, las diversas corrientes de pensamiento y demás Órdenes de cualquier tiempo y de cualquier lugar, han buscado, a través de diferentes métodos y sistemas, respetables todos por interesantes, que el individuo se conozca a sí mismo.
El Cuarto Camino: una corriente de pensamiento holística, que considera al hombre como una máquina que solo reacciona al impulso externo: por ende, con nulas posibilidades de razonar y reflexionar. Esta atractiva teoría Oriental justifica el estado actual del individuo en relación con la sociedad: en la actualidad el individuo de las sociedades occidentales es prisionero de la materia; el individuo está satisfecho por encontrar seguridad material en los múltiples sistemas sociales que le recompensan el grado de utilidad material que dejo su actividad en beneficio de la sociedad; el individuo se somete pronto y voluntariamente a un estatus de esclavo, obedece sin objetar todas y cada una de las indicaciones de esos mecanismos sociales por temor a perder su seguridad: He ahí el Hombre-Máquina.
El hombre máquina carece de interés en la reflexión y razonamiento, considera que no es necesaria esa principal y fundamental actividad del hombre; es suficiente conocer lo superfluo de las imágenes y frases aparentes para estar en armonía con el tipo de conocimiento de moda, que solo señala el enorme vacío y carencia del origen de ese conocimiento. El hombre máquina, de forma simulada, exige a la sociedad enérgicamente el respeto a sus derechos, pero en silencio, por temor a ser escuchados por la comunidad y ésta deje de darle los impulsos que como maquina necesita, dejándolo en la total orfandad y ante la gigantesca y penosa necesidad de pensar por sí mismo, para poder solventar sus necesidades primarias.
Por lo antes dicho, no podemos reclamarle y sí reconocer que Kant tiene razón al decir que el temor y la ociosidad de pensar por sí mismos, están vigentes en el hombre; es tan fácil pagar (con dinero) para que otro piense por mí y haga las cosas por mí. En la actualidad el hombre se somete voluntariamente al estado de esclavismo con el objeto de recibir solo órdenes o impulsos de un tercero y se trasforma así en una vil máquina que no piensa: por esta razón el individuo solo busca lo vacío, lo innecesario y trivial.
Es cuánto ¡un abrazo fraterno!
Publicado originalmente el 14 de septiembre de 2015

Guillermo Chávez
Abogado. Filósofo. Columnista.
Buen amigo y consejero, entusiasta. Publicamos cada semana tu columna, en tu espacio en tu memoria.
Descansa en Paz.
Hasta pronto querido amigo.