En los últimos años, nuestro estado ha experimentado una marcada variabilidad climática que ha desencadenado eventos extremos, desde fuertes heladas en la capital hasta vientos intensos en diversas regiones. Este cambio de patrón climático no es un fenómeno aislado, sino más bien un reflejo de los desafíos globales asociados con el cambio climático.
Uno de los aspectos más notables de este cambio aquí, ha sido el aumento de las temperaturas, fenómeno que no sólo ha afectado la vida cotidiana de los habitantes, sino que también ha generado preocupación sobre su impacto en la disponibilidad de agua y la agricultura, pilares fundamentales para la economía y la subsistencia de la región.
El más reciente episodio de bajas temperaturas en la capital sirve como un vívido recordatorio invernal de que, a pesar del aumento global de las temperaturas, aún estamos susceptibles a eventos climáticos extremos. El actual frente frío ha traído consigo temperaturas gélidas y vientos que oscilan entre los 5 y 20 km/h, resultando en la suspensión de clases en niveles básicos y llevando a 31 personas a buscar refugio en albergues de la ciudad. Este desafío climático puso a prueba la resiliencia de los habitantes de la región, quienes enfrentaron valientemente las inclemencias del clima.
Por otro lado, la variabilidad en las precipitaciones ha generado preocupaciones adicionales. La agricultura, que desempeña un papel crucial en la economía regional, depende en gran medida de un suministro constante de agua.
En el transcurso del año 2023, se evidenció una marcada escasez de lluvias, marcando un hito según los registros periodísticos de El Heraldo de Chihuahua. La temporada pasada se destacó como la más seca desde 1985, con apenas 103 mm de precipitación. Confiamos en que las perspectivas para este año sean alentadoras en cuanto al temporal de lluvias, augurando un período prometedor para el sector agrícola
El cambio climático, impulsado en gran medida por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, se manifiesta de diversas maneras. En Chihuahua, los efectos son evidentes tanto en los extremos del frío como en la variabilidad de las precipitaciones. La comunidad enfrenta ahora la tarea urgente de adaptarse a estos cambios y mitigar sus impactos.
Es esencial que las autoridades locales, en colaboración con la sociedad civil y la comunidad científica, establezcan estrategias efectivas para abordar estos desafíos. Se deben implementar medidas que promuevan la eficiencia en el uso del agua, fomenten prácticas agrícolas sostenibles y reduzcan la dependencia de fuentes de energía no renovable.
Además, la conciencia pública sobre la importancia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger el medio ambiente debe ser una prioridad. La educación y la sensibilización son herramientas cruciales para empoderar a la sociedad y fomentar un cambio cultural hacia prácticas más sostenibles.
Brenda Ríos
Orgullosa Chihuahuense. Amo y respeto la naturaleza. Soy mamá de Alex Benjamin, Austria Camila y esposa de Alex LeBaron. Mi pasión siempre ha sido el servicio público/civil, me inspira luchar por grandes causas que cambien el mundo. Empresaria agrícola y consultora ambiental.
