Para el ciudadano común, el 1 de septiembre, se votó a favor de la priísta Dulce María Sauri Riancho, en una jugadilla traicionera contra Gerardo Fernández Noroña.
Se escuchaba que era una disputa para ganar la presidencia de la mesa directiva de la cámara de diputados en San Lázaro.
Y que los contendientes eran, Dulce María Sauri Riancho, del PRI, y Gerardo Fernández Noroña, de PT.
En una elección donde la lógica supondría que el ganador sería el controversial diputado Gerardo Fernández Noroña, pues la mayoría morenista podría imponerse ante cualquier adversario, pero de manera insólita, los diputados de MORENA votaron a favor de la priista.
Tengo que decir, que personalmente conozco a la diputada, Dulce María quien fuera también senadora y gobernadora de Yucatán, su estado natal. Particularmente considero que es una de las pocas piezas del tricolor a la que puede uno llamar, honesta y conciliadora. Pero este comentario es irrelevante, pues el tema es, porqué los morenos votaron por ella.
No tengo el gusto de conocer a Fernández Noroña, pero su actitud y presencia pública, me causan escozor.
Tal vez la misma percepción tienen de él sus propios compañeros de bancada, que le han dado la espalda a la hora de la gran decisión.
Sin embargo, las cosas no son de este modo.
La ley indica que la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, se compartirá en tres periodos de un año cada uno, de la siguiente manera:
El primer año presidirá la primera fuerza electoral. Y por eso presidió Porfirio Muñoz Ledo.
El segundo año, presidirá la segunda fuerza, y por eso preside una panista. Recordemos que los morenistas querían agandallar y cambiar la ley para que presidiera nos ledo los tres años consecutivos. Pero el presidente López Obrador, En aquel momento les dijo que tal vez esa era la diferencia entre el pasado y la cuarta transformación.
Y se votó por la actual presidente.
Ahora le toca presidir a la tercera fuerza electoral, Y ésta es la del PRI.
De manera que esta votación es más bien de protocolo.
pero como el temperamento de Fernández Noroña es así de explosivo, originó esta sensación de haber sido entregada la presidencia a su enemigo más acérrimo.
Si fuera verdaderamente el demócrata que dice ser, no haría tal escándalo y se avendría a lo que marca la ley.
Lo que sí, me parece que se pudo haber negociado es ¿Por qué, Dulce María?
En materia política, estas cosas no se dejan sueltas.
El amarradijo de López Obrador con el Partido Revolucionario Institucional, es evidente.
Tengo la sospecha, que a la hora de traer a cuentas a Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto, los priistas en general, y Dulce María Sauri, en especial, podría funcionar como la jauría fraterna que los destazará para satisfacción del presidente, y solaz del pueblo mexicano.
Esto, entre otros acuerdos tras bambalinas, pues la operación desde la Secretaría de Gobernación, no es gratuita.
A Gerardo Fernández Noroña, no le cabe en la cabeza, la posibilidad de haber sido derrotado con la complicidad de sus propios compañeros. ¡Traidores! Les dice. Y arenga a los morenistas para golpetear de pasada al presidente.
Pero no comprende, que su temperamento radical, podría chocar con el trabajo diplomático y político que tiene por hacer el AMLO, para diluir encontronazos más fuertes contra sus adversarios de partidos.
La compra de conciencias, el amago, la extorsión, la amenaza simbólica y todos los medios de persuasión y disuasión, son válidos en la política.
Quizás no sean éticos; pero, si para lograr los objetivos de la implementación de la cuarta transformación hay que hacerlo, se harán.
Este ‘performance’ que observamos en San Lázaro, gracias al patrocinio de Gerardo Fernández Noroña, es parte del espectáculo político de la nación.
En otro orden de ideas, El lunes 7 de septiembre tendrán verificativo dos informes casi de manera simultánea.
El de Maru Campos alcaldesa de la capital chihuahuense, y Alfredo, el Caballo Lozoya.
Yo estaré pendiente al informe de la Maru, porque me llegó el norte que aquí es donde va a tronar contra el gobernador Javier Corral Jurado,voy se romperán las lanzas hasta hacer de ellas un costal de picadientes.
Esto amerita un paquete jumbo de palomitas.
Raúl Ruiz
Abogado. Analista Político. Amante de las letras.
CARTAPACIO, su sello distintivo, es un concepto de comunicación que nace en 1986 en televisión hasta expanderse a formatos como revista, programa de radio y redes sociales.
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