La carta de Germán Martínez es, antes que una renuncia, una declaración de principios.
El ex director del IMSS y aún Senador de la República nos recordó con una contundente misiva que la lucha ideológica no está afuera, sino, al interior del propio Gobierno de la Cuarta Transformación.
La forma en cómo se están ejecutando las políticas de salud no parten de la neutralidad, existe, detrás de su implementación, marcos teóricos que encauzan sus destinos políticos.
Al tenor de esa idea, el reproche que lanzó Germán Martínez contra la SHCP devela esa disputa por la democracia.
Su denuncia fue, ante todo, una crítica a las reminiscencias neoliberales que aún existen en la operación de Hacienda al bloquear y monopolizar facultades que el Instituto Mexicano del Seguro Social necesita para hacer llegar al pueblo justicia social por medio de recursos para que el propio IMSS pueda llevar a cabo la materialización del discurso lópez-obradorista de garantizar la salud como un derecho humano de alta importancia.
Se puede discutir la forma y estar o no de acuerdo con la manera en cómo emite sus inconformidades el licenciado Germán Martínez.
Sin embargo, lo interesante es el fondo de la carta, lo que pone encima de la mesa el Senador en un momento complicado de primer año de gobierno donde la reconfiguración del Estado Mexicano con nuevas reformas a sus leyes e instituciones tienen al país en un lapsus de limbo donde, como decía Antonio Gramsci, “lo viejo no termina de irse y lo nuevo no termina de llegar”.
Bajo estas consideraciones, quiero dimensionar la importancia de éste jaloneo de corte ideológico por controlar el aparato gubernamental: Chantal Mouffe, politóloga autora de grandes obras de la ciencia política introdujo una idea bastante interesante llamada “radicalizar la democracia”, en la cual, la democracia en la práctica puede dotarse de contenido ideológico y es susceptible de virar hacia la derecha o la izquierda; aquí, lo deseable sería que los derechos sociales tomen un lugar preponderante y ello incluye la radical idea de garantizar un sistema de salud que llegue a todas las personas.
En política se tiene que cabalgar con contradicciones y Germán Martínez puso de relieve una toral: ¿cómo aspirar a un sistema de salud universal acorde a un Estado del Bienestar si las fuerzas regresivas, producto de una gran coalición, generan una austeridad allí donde no se debe?
Cabe mencionar que aquí la oposición no tiene vela en el entierro. La gran conversación sobre el rumbo de la democracia se está dando al interior de Morena como partido-movimiento, el Gobierno de López Obrador y el ejercicio parlamentario a la hora de la creación de las leyes.
Ellos, la oposición, siguen en un prolongado aturdimiento por lo que pasó en las urnas y necesitarán décadas para reflexionar en las montañas pues no logran articular nada fuera de la reacción a una inmediatez política que no entienden sin saber porqué y para qué.
Suscribo, por ejemplo, lo manifestado por Gibrán Ramírez al aseverar “Debe evaluarse y mejorarse la política de Hacienda. Cumplir con las políticas de austeridad del Presidente López Obrador no puede significar la puesta en riesgo de la vida y la salud de millones de mexicanos. A la corrupción y al neoliberalismo no se los combate con más neoliberalismo”.
La carta Germán Martínez rescata la idea de que hay instituciones cuyo papel es principalmente redistributivo como la institución en comento. Por eso es vital entender la salud como un elemento fundamental mediante el cual el Estado debe limar las desigualdades económicas de un país que requiere emerger del abismo.
Más allá de estas luchas focalizadas entre antineoliberales y neoliberales podemos aseverar con vehemencia que el Proyecto de Nación se va cuajando, de manera lenta y pesar de las técnicas de dilatación parlamentaria de las fuerzas políticas que no quieren ver un cambio profundo en México y la alegría de su pueblo.
Esperemos, por el bien de México, que la renuncia de Germán Martínez sea nuestra primavera árabe para que el relevo en la dirección del IMSS, Zoé Robledo, tenga el camino desbloqueado para retomar el rumbo redistributivo de la seguridad social.
Fernando Chacon
Desde los 17 años ha escrito en diferentes medios en México y Estados Unidos, como El Diario o San Diego Red.
Actualmente es asesor parlamentario en el Senado de la República y ha participado como analista político en W Radio con Loret de Mola, NTN24 en televisión colombiana, Nación 321 y El Francotirador con Nacho Lozano.
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