Comenzaba la invasión francesa. A las 5:49 de la tarde, del 5 de Mayo de 1862, el General Ignacio Zaragoza envió el último telegrama del día a Palacio Nacional dirigido al Ministro de Guerra para dar parte al Presidente Juárez que iniciaba con las siguientes palabras:
“LAS ARMAS NACIONALES SE HAN CUBIERTO DE GLORIA”
El telegrama causó júbilo y alivio en Palacio Nacional e incluía el saldo final de la batalla; 476 muertos y 345 heridos del lado francés, así como 83 muertos, cerca de 250 heridos y 12 desaparecidos para el Ejército de Oriente. Era la primera vez que se le vencía al poderoso ejército francés desde 1815 en la batalla de Waterloo. La noticia en Francia generó histeria, vergüenza, ofensa y preocupación mientras que se volvían el hazmerreír de Europa quienes reconocían con incredulidad y asombro la victoria de los soldados mexicanos.
Existen varios datos y anécdotas de ésta memorable y épica batalla orgullo de México que vale la pena rescatar:
1) CONDE SOBERBIO: A los militares franceses los rodeaba un aura de invencibilidad en combate dado que no habían sido derrotados desde Waterloo, casi 50 años antes, con sonadas victorias en las batallas de Solferino, Magenta y Sebastopol. Esta actitud quedó de manifiesto en el siguiente mensaje, que el conde Lorencez, encargado de las tropas francesas invasoras, envió al ministro de Guerra francés: “Somos tan superiores a los mexicanos en organización, disciplina, raza, moral y refinamiento de sensibilidades, que le ruego anunciarle a Su Majestad Imperial, Napoleón III, que a partir de este momento y al mando de nuestros 6,000 valientes soldados, ya soy dueño de México”.
Cuando finalmente el saldo de la batalla es positivo para México y se conoce el resultado en toda Europa, el mismo Napoléon III condena las torpezas del Conde francés en batalla quien se decía confiadamente “El dueño de México” y termina repatriado ante la furia napoleónica.
2) ¿PUEBLA PATRIÓTICA?: Es conocido el rumor de que la gente de Puebla, no defendió Puebla. En la Ciudad de las Iglesias vivía gente de lo más conservadora (hasta la fecha), quienes se decían españoles puros, y estaba prohibido que los indígenas laboraran en el servicio doméstico y en los mercados. Simpatizaban con la invasión francesa. Fueron pocos comerciantes, abogados y en general ciudadanos poblanos, los que se alistaron en la milicia.
De hecho, una de las más grandes bienvenidas a Maximiliano y a Carlota fue la de los ciudadanos de Puebla.
Por si fuera poco, en Puebla se le negó la actividad y entrada al ejército de Oriente que la defendía pertrechos, armas, medicinas y fuerza militar significativa, a tal grado que el General Ignacio Zaragoza, quien ya no sabía para qué lado apuntar sus cañones, si contra los franceses o en contra de la Ciudad, manifestó desesperado: “Que bueno sería quemar Puebla”.
3) HÉROE NACIONAL: Los historiadores concuerdan en señalar el talento de Zaragoza como organizador y motivador de sus tropas. Antes de la batalla, el General pronunció ante sus tropas: “Nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México. Soldados: leo en vuestra frente la victoria”, lo cual tuvo tal efecto en la moral de sus soldados que su determinación por defender la plaza ante los invasores compensó sus carencias materiales y de disciplina.
Además, no temió tomar decisiones arriesgadas y en el curso de la batalla actuó con serenidad y efectividad. Se le considera héroe nacional y en su honor, tiempo después, Juárez renombró a la ciudad como Heroica Puebla de Zaragoza.
Los franceses en su intento invasor, abdicaron por un tiempo hasta su regreso en el que lograron instalar el “Segundo imperio mexicano” comandado por el torpe e inexperto pseudo-líder y emperador Maximiliano de Habsburgo y la sagaz, inteligente y ambiciosa Carlota de Bélgica. Sin embargo, después de un ineficiente imperio afectado directamente por la inexperiencia y falta de liderazgo de Maximiliano y la incapacidad de mantener a las tropas francesas prestadas por Napoleón III, los franceses abandonaron definitivamente el país en 1867 y con ello sus ambiciones de conquistar nuestras tierras. Por todo esto y más, honremos este gran día símbolo de eterno festejo y regocijo para los mexicanos y honremos también a los héroes que nos han dado patria.
¡VIVA IGNACIO ZARAGOZA!
¡VIVA BENITO JUÁREZ!
¡VIVA EL 5 DE MAYO DE 1862!
Es cuánto…
Hiram Hernández Zetina
Economista de la UNAM. Presidente del Consejo Nacional de Tecnológicos y Universidades del Partido Revolucionario Institucional. Ex candidato a Diputado Federal por el distrito 4 de Ciudad Juárez
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