Originalmente publicado el 28 de febrero de 2017
La utilidad social de los pensamientos y acciones mecánicos del hombre es la certeza del conocimiento anticipado de su conducta; el individuo evita ejercitar sus acciones y sus pensamientos en libertad porque no quiere responder a las consecuencias, al contrario, desea actuar y pensar orientado por otro que se responsabilice; aunque sea esclavo intelectual del otro, sometiéndose cómodamente a la voluntad ajena.
La sociedad constantemente cubre la esencia del individuo con conductas y reflexiones viciadas y ajenas a la naturaleza de la esencia del nuevo individuo, construyendo la falsa creencia, en el individuo, que esas actitudes y esos pensamientos son su esencia y su naturaleza.
Lo preocupante es que esas conductas y esos pensamientos son los instrumentos utilizados por hombres hábiles para su beneficio egoísta al controlar la voluntad de los individuos.
El individuo cautivo de la plena confianza de que son de su esencia y naturaleza se ciegan al desconocer que son herramientas que utilizan los hombres astutos para dominarlos emocional e intelectualmente, en consecuencia su voluntad está determinada por pensamientos y acciones de un tercero que pretende conquistarlos.
De vital importancia es que el hombre conozca su naturaleza y sus facultades para que en su ejercicio lo realice con fuerza y armonía, de lo contrario, si ejercitan esas facultades que no son de su naturaleza, este ejercicio será débil y desorientara sus pensamientos y actividades.
Estas inclinaciones del hombre a evitar la responsabilidad de las consecuencias en ejercicio de sus acciones y sus pensamientos en libertad y creer firmemente que lo añadido por la sociedad a su personalidad son inherentes a su naturaleza, son las condiciones del individuo en sociedad que es analizada en la teoría de la Espiral del Silencio.
A la sociedad la integran un elevado porcentaje de individuos caracterizados comúnmente por un gran temor a estar en soledad física, emocional e intelectualmente; reflejándose en un gran temor para ejercitar con libertad sus acciones y pensamientos, aterrándole las consecuencias; experimentado el individuo un vacío e inseguridad al concretizar las acciones y pensamientos que no pertenecen a su esencia y naturaleza.
Este temor obliga al individuo a repudiar con energía los principios y valores que le son inherentes a su persona, con el objeto de sustituirlo con los intereses y el grado de utilidad social que le da a la sociedad y así el individuo alcanzara la supuesta seguridad anhelada.
El individuo en sociedad busca conocer y se informa a través de los medios de comunicación de los intereses y la utilidad que la sociedad considera valiosos, he ahí la grave y delicada función de los medios de comunicación que comúnmente informan datos respondiendo a intereses económicos, políticos y religiosos con un profundo anhelo de conquistar y dominar al individuo en sociedad.
Ejemplificando la teoría de la Espiral del Silencio: las diversas, supuestas, encuestas elaboradas por todos y cada uno de los partidos políticos que publican en esta campaña electoral, con burla a la inteligencia del individuo; favorecen con un enorme porcentaje de preferencia de los ciudadanos en la votación al partido político que la publicó.
Tienen esto una única y exclusiva finalidad: que el individuo, por temor a la soledad física, emocional o intelectual, busque y se informe en los medios de comunicación cuáles son los intereses de la mayoría de los individuos en sociedad para unirse a ellos y sentir su seguridad a pesar de sus falsos valores o falsos principios.
Concluyendo: el individuo por temor a la soledad y al silencio busca en los medios de información masivos los intereses de la mayoría de los hombres en sociedad a fin de unirse y adquirir seguridad, a pesar de la posible falsedad de los valores o de los fraudulentos principios de la mayoría de la sociedad.

Guillermo Chávez
Abogado. Filósofo. Columnista.
Buen amigo y consejero, entusiasta. Publicamos cada semana tu columna, en tu espacio en tu memoria.
Descansa en Paz.
Hasta pronto querido amigo.