“El Odio es uno de los sentimientos más tóxicos de la naturaleza humana, provocar e impulsar el odio tiene demasiadas implicaciones afectivas, morales y hasta controversiales. El odio es el sentimiento que no mide las consecuencias ni pone limite a sus acciones, el odio nubla la inteligencia humana y no da paso a las emociones positivas”
Desde 1988, año en que realmente se da inició, sin el mayor empacho y sin consulta al pueblo de México, a la instalación de la corriente política neoliberal, o sea la transformación de la corriente antigua del pensamiento llamado liberalismo clásico, y que resurge, después de su conformación en 1938, en los gobiernos de Margaret Thatcher del Reino Unido y de Ronald Reagan en los Estados Unidos donde su pensamiento es oponerse a la rectoría del estado en la economía principalmente, dejando en manos de las particulares la incursión y directriz de la economía.
Ese año asume al poder Carlos Salinas de Gortari y es cuando Andrés Manuel López Obrador, del ala izquierda del PRI, ya había roto con el partido y da inicio para que en 1995 se formara el partido de izquierda más importante jamás construido en México en su historia, siguiendo a grandes representantes de esa época de la izquierda mexicana como Cuauhtémoc Cárdenas.
Desde 1988 nace el movimiento que se fue puliendo y depurando en el transcurso del tiempo político, 1988 fue un año que definió el futuro del país con el gran fraude electoral cuando 25 mil casillas no fueron contados sus votos, sino “inventados”, en medio de una maniobra reconocida en su momento por Miguel de la Madrid, expresidente de México.
La fuerza real de la izquierda nace de un fraude electoral que encabezó Carlos Salinas de Gortari y, desde ese entonces se descubre en política la figura de Andrés Manuel López Obrador, figura política que fue creciendo con el tiempo cuando fue Jefe de Gobierno de la CDMX, candidato presidencial en 2006 y que le robaron la elección, 2012 candidato otra vez y que la compra masiva y descarada de votos hizo que perdiera y hasta el 2018 donde ganó la presidencia de la república y de haber superado la intentona de fraude saliendo airoso con un poco más del 53% de los votos.
Durante ese caminar político de 36 años se fue gestando en los neoliberales un sentimiento negativo que en 2006 se convirtió en odio alimentado por el panista y presidente de la República Vicente Fox Quesada y no se diga por el PAN de Felipe Calderón Hinojosa.
Ante la derrota en el 2018, que les pegó durísimo no solo a los neoliberales sino a todo al gremio de “notables intelectuales” que los acompañaban desde 1988 ya que al no tener el control del presupuesto federal los destinaba en automático a la inanición financiera personal, junto con periodistas y empresas de los medios de comunicación.
En el 2006 por compromiso y necesidad apoyaron los “notables intelectuales” la campaña sucia de “Un peligro para México” sin dejar de recordar también el desafuero comandado por Vicente Fox directamente desde la presidencia de la república y en donde los obligados se le fueron con todo al que sería el candidato de las izquierdas en el 2006.
Siendo los mismos desde aquellos tiempos, el historiador y ensayista Enrique Krause, el escritor Héctor Aguilar Camín y el académico Roger Bartra, los que suelen auto llamarse el grupo de los “Notables Intelectuales” de este país.
Este trío de “pensadores intelectuales” mexicanos son los que han contribuido, y en mucho por su participación en la comunicación, en el fomento de la siembra del odio en la sociedad mexicana como estrategia política para ir avanzando en contra del presidente López Obrador buscando llevar al país entre odiados y odiadores.
Han sido 36 años de la búsqueda de la radicalización del odio hacia las izquierdas por parte de los neoliberales, lo han venido impulsando e la sociedad mexicana para irla controlando buscando en convertirla en minoría siempre con toda la fuerza del poder que ostentaba… no lo lograron, su estrategia fue totalmente fallida.
Andrés Manuel López Obrador les arrebató el poder y con ello los privilegios que se les otorgaban y que los hizo inmensamente ricos, riqueza con la que han tenido que sostener sus costos de vida estos 6 años.
La animadversión vs AMLO se convirtió en un odio contumaz, derivado de afectaciones muy severas en privilegios y estos “notables intelectuales” han trabajado para transmitir a sus simpatizantes su odio que fue fácilmente aceptado, una porción de la sociedad nunca ha aceptado nada que sea pueblo, viven en su burbuja de cristal rosa y con ello se sienten superiores sobre el resto de los mexicanos que simpatizan con el liderazgo de AMLO y Morena y eso les detona odio con rechazo, mucho odio inducido.
Baste solo observar el comportamiento, grabado por los youtubers, de algunas situaciones violentas que se presentaron durante la concentración en el zócalo del pasado domingo donde incluso se agredieron a periodistas pro AMLO y Morena que hacían su trabajo en medio de la concentración, era tal el odio que demostraban que incluso se llegó a comentar el altísimo riesgo de las cosas y hasta donde se había logrado llevar por los opositores.
Es tal el odio que por ejemplo siente la candidata opositora Xóchitl Gálvez por todo lo que huela a Obradorismo que se atrevió a MENTIR en pleno debate presidencial sobre actos criminales de Mario Delgado presidente nacional de Morena cuando ella sabía perfectamente bien que su sustento era erróneo, era de homónimos pero no del dirigente nacional de Morena, lo acusó de criminal con investigaciones por narcotráfico y huachicol en los Estados Unidos, odia a Claudia Sheinbaum y se da cuenta de ellos de como la mira, su mirada es de rencor y odio, de amargura venenosa y tóxica.
“Vivimos en una coyuntura muy peligrosa” dicen los “notables intelectuales” donde por supuesto el peligro es, y será, para todo ellos ya que no podrán subsistir otros 6 años más si no se les restituyen sus canonjías y privilegios… y lo saben.
El odiador, odiante o hater hace referencia a un término empleado en Internet para denominar a los usuarios de la red que difaman, desprecian o critican destructivamente a una persona determinada con causas poco o nada racionales, con mentiras, acusaciones sin fundamento que sirven como transporte de su odio con la finalidad de causar el máximo daño posible, así han actuado los “notables intelectuales” y han sabido inducir su odio a sus huestes de símiles en la población que con ellos se identifican.
Sin embargo podemos identificar algunas posibles características que podrían aplicarse a una persona con sentimientos de odio:
Intolerancia: Las personas que odian a menudo son intolerantes hacia las opiniones, creencias o identidades de los demás. Pueden rechazar cualquier perspectiva diferente a la suya y no estar dispuestas a escuchar o comprender puntos de vista alternativos.
Ira y Hostilidad: La ira y la hostilidad son emociones comunes en aquellos que sienten odio. Pueden expresar su enojo de manera agresiva o pasiva, y pueden buscar conflictos o confrontaciones.
Prejuicios: Los odiadores a menudo tienen prejuicios arraigados hacia ciertos grupos de personas. Esto puede manifestarse en forma de racismo, sexismo, homofobia u otros tipos de discriminación.
Rigidez Mental: Las personas que odian pueden ser inflexibles en sus puntos de vista y no estar dispuestas a considerar otras perspectivas. Esto puede dificultar la resolución de conflictos o la búsqueda de soluciones pacíficas.
Obsesión: Algunas personas pueden obsesionarse con su odio hacia alguien o algo. Esto puede afectar su bienestar mental y emocional.
Deseo de Dañar, de causar mucho daño: En casos extremos, los odiadores pueden desear activamente dañar a la persona o grupo que odian. Esto puede manifestarse en comportamientos destructivos o violentos.
Es importante recordar que el odio es un sentimiento negativo y perjudicial que destruye totalmente al que abraza el sentimiento de odiar, el odiar los hace vivir en mundo completamente tóxico que con el tiempo los aniquilará.
Fomentar la empatía, la comprensión y la tolerancia que pudieran ayudar a contrarrestar esos sentimientos de odio no funciona con quienes por intereses odian. Los que odian nunca resolverán los conflictos de manera pacífica y constructiva.
Los “notables intelectuales” solo se sentirán sin odio sin se les regresan todos sus intereses y canonjías, no hay nada más que puedan aceptar.
Veamos un punto interesante, los “notables intelectuales” en esta competencia electoral poco les importó construir un modelo de país que ofertar a los mexicanos, nunca les interesó hacerlo, porque su finalidad política era destruir el modelo de país representado por la 4T a tal grado que aun que tuvieran que llevar incendiar el país ellos le apostaban a recuperar el poder desde las cenizas.
Para los “notables intelectuales” nunca ha existido pueblo, no les interesa un país que no les brinde beneficios como lo dijo Aguilar Camín en una entrevista donde estaba totalmente borracho, los “notables intelectuales” necesitamos que México nos apapache.
El odio es altamente contagioso, lo que significa que puede propagarse en una sociedad y afectar a muchas personas y esto lo saben, y lo entienden perfectamente, los “notables intelectuales”.
Una vez permeado el odio no hay oportunidad de regresar a la fraternidad.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.