El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada dos años publica la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) 2018, una encuesta cuyo objetivo es dar a conocer las características de las viviendas mexicanas y sus habitantes, entre las características se analiza el ingreso y gasto del hogar, las características de las viviendas y la condición de actividad económica de las personas.
Para el caso de este artículo me enfocaré en los resultados nacionales, y si la estadística publicada no dispone otra cosa, la próxima semana me enfocare en el estado de Chihuahua.
En 2018, había en el país 34.7 millones de hogares y 125 millones de habitantes, equivalente a que en promedio un hogar mexicano esté formado por 3.6 integrantes, en la mayoría papá, mamá y dos hijos.
De acuerdo con la ENIGH, el ingreso promedio mensual de los hogares mexicanos es de 17,670 pesos, aparentemente una cifra alta cuando hablamos de una población que mayoritariamente gana el salario mínimo, sin embargo, no podemos olvidar que este es un promedio, es decir, contempla desde el hogar con un ingreso cercano a cero hasta aquel cuyo ingreso sea de millones de pesos.
Del total de los ingresos de los hogares mexicanos, el 67.3% corresponde a ingresos por trabajo, seguido por un 15.4% proveniente de transferencias, es decir, becas, jubilaciones, apoyos de gobierno y donaciones en especie, 11.4% proviene de alquiler de vivienda y 5.9% de la renta de la propiedad.
La ENIGH divide a los hogares en deciles de ingreso, el grupo de hogares más pobre recibe en promedio 3,037 pesos mensuales, mientras que el hogar más rico percibe 55,583 pesos al mes.
Además de los bajos ingresos de los hogares mexicanos, de 2016 a 2018, el ingreso promedio del hogar se redujo un 4.1%.
Lamentablemente, los ingresos en los hogares son aun todavía más bajos cuando hay niños, jóvenes, mujeres, personas con discapacidad o indígenas, es decir, a pesar de la existencia de hogares marginados, la marginación se agrava con ciertos grupos poblacionales.
En lo que respecta al gasto en los hogares, el 35.3% se destina a alimentos y bebidas, 20% a transporte y comunicaciones, 12.1% es absorbido por el gasto en educación y artículos escolares, 9.5% a vivienda, 7.4% para artículos personales, 5.9% en artículos de limpieza, 4.5% se destina a vestido y calzado y 2.6% a salud.
En definitiva, a nivel nacional hay mucho por hacer en materia de ingreso y gasto en los hogares, puesto que estos están condicionados a ciertas características poblacionales, además de mostrar una tendencia decreciente. Los ingresos son tan bajos que se destinan a cosas básicas como comer y transportarse, no dejando margen para invertir en educación, salud o esparcimiento.
Nancy Carbajal
Lic en Economía de la UACJ y Candidata al Grado de Maestra en Ingeniería Económica por la Universidad la Salle. Columna semanal sobre temas de economía, finanzas, política y sociedad.
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