La seguridad pública en México enfrenta desafíos sin precedentes debido a la presencia de grupos de crimen organizado, la corrupción institucional, la complejidad de los problemas sociales y la politización de la seguridad. En todo ello, la inteligencia y contrainteligencia juegan un importante papel para la efectividad de las estrategias de este gobierno. Omar García Harfuch, conoce bien estas herramientas que ayudan a anticipar, detectar, y neutralizar amenazas antes de que ocurran, permitiendo que nuestras Fuuerzas Armadas dejen de actuar solamente de manera reactiva.
Para quienes no sepan del tema, la inteligencia se refiere al análisis, recolección, y uso de información relevante para prevenir o actuar en situaciones que puedan ser un riesgo, la inteligencia permite obtener información sobre actividades criminales, grupos de delincuencia organizada, y como ahora les llaman “generadores de violencia”. Con esta orientación predictiva, se anticipan actividades ilegales o riesgos que ponen en peligro la seguridad.
La contrainteligencia se centra en detectar y neutralizar esfuerzos por parte de grupos delictivos para obtener información sobre operaciones de seguridad. Esto incluye la identificación de infiltrados, espionaje y otras amenazas que puedan comprometer a las instituciones de seguridad.
México enfrenta un escenario con niveles de violencia nunca vistos y la presencia de organizaciones criminales que desafían a un Estado infiltrado por la corrupción. Es por ello que la inteligencia se convierte en una herramienta indispensable.
La inteligencia permite a las autoridades identificar patrones y tendencias en la actividad criminal, lo cual ayuda a prevenir delitos antes de que ocurran. Por ejemplo, los análisis de inteligencia pueden detectar un aumento en la actividad de un cártel en una región específica, permitiendo a las fuerzas de seguridad tomar medidas preventivas, desmantelamiento de Cárteles y otros gupos delincuenciales, al recolectar y analizar información sobre las estructuras, recursos y jerarquías de las organizaciones criminales, la inteligencia permite desarticular estas redes de manera más eficaciente.
México es un país donde los recursos de seguridad son limitados y la inteligencia permite a las fuerzas de seguridad utilizar sus recursos de mejor manera. La falta de recursos para seguridad es evidente, el 80% de los recursos son para la Guardia Nacional y solo el 20% se distribuye a los estados y municipios. Por ello es que la infiltración de organizaciones criminales en las agencias de seguridad es un problema gravísimo, sobretodo en los municipios.
Es urgente invertir en tecnología de inteligencia y capacitación para el fortalecimiento de un trabajo interinstitucional, m ismo que no sucede.
Un enfoque policial hacia la inteligencia y contrainteligencia podría ser el primer paso hacia una mayor seguridad y estabilidad en México, ofreciendo una esperanza para la paz, mediante la protección de los ciudadanos.
Por cierto, al parecer el costo de votar a los miembros del poder judicial será de unos 30 mil millones de pesos, lo que equivale a un 10% de la inmensa deuda que México tiene con los Estados Unidos de Norteamérica y equivale tambien al costo de una elección presidencial, claro tomando en cuenta los costoos por los despidos.
Yo Insisto en que sería más importante crecer el número de jueces que actualmente es de 2.5 y llevarlo a 65 jueces por cada 100 mil habitantes. Sería más barato, sin dejar de reaccionar a la corrupción e incompetencia de muchos de los juyeces y magistrados actuales.
Por cierto también, creo que si eliminaramos el control de cambios, disminuiría la cantidad de muertos vinculados al narcotráfico y a sus negocios paralelos, pero ya escribiré al respecto.
Fernando Schütte Elguero
Empresario inmobiliario, maestro, escritor, y activista en seguridad pública. Destacado en desarrollo de infraestructura y literatura.
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