José Fuentes Mares fue un académico e intelectual chihuahuense del siglo XX y además, miembro numerario de la Academia Mexicana de la Historia correspondiente a la Real de Madrid cuyo ingreso fue el 9 de septiembre de 1975. A pesar de haberlo tenido cerca su pensamiento está más alejado de lo que pensamos. Las pocas evidencias que le hacen justicia a su legado académico, son una estatua, una avenida dónde está esa misma estatua en la ciudad de Chihuahua. Algunas calles y bustos, por lo tanto es necesario dar a conocer un poco más sobre lo que aportó en el área de historia.
Fuentes Mares planteo que la historia es el quehacer subjetivo que se ejerce sobre materiales objetivos y el intento personal de recrear lo pasado con encantos y limitaciones. Un paralelismo con el novelista ya que construye y crea, mientras que el historiador se limita a reconstruir y recrear lo ya existente que el tiempo dejó atrás.
Aunque el historiador y el novelista siempre parten de algo, el primero sobre la explicación de la vida y el segundo sobre experiencias. Es verdad que en ambas partes hay subjetividad pero debe tenerse en cuenta que se está explicando una parte de la realidad a través del Arte que es la novela. Por otra parte, el pasado está en constante movimiento, todo cambia, por ello pretender que la historia explica lo inamovible es un error. Porque el fin de la historia es explicar al Ser Humano, sin embargo; este argumento también fue cuestionado 30 años antes en el debate Sobre el problema de la verdad histórica celebrada en el Colegio de México durante el año 1940.
Quien destacó en aquellas discusiones fue el entonces joven historiador Edmundo O’ Gorman quien señalo que había un problema con la objetivad en la historia ya que la base cientificista de la ciencia en cuestión es el documento. Pero estos son hechos y a veces contradictorios, por lo que la objetividad que muchas veces se quiso pasar por verdad, cae por tierra. Por ejemplo, un historiador va al archivo histórico municipal, consulta un documento e interpreta lo que allí está para escribir una historia de acuerdo al presente que está viviendo en amplio sentido: político, económico, social, sentimental, cultural y la ideología predominante. Tiempo después llegará otro historiador que consultará el mismo documento y diferirá de la interpretación o incluso el mismo historiador en otro momento cambiará su interpretación.
Esto nos enseña que el fin de la metodología y teoría de la historia con la que Fuentes Mares escribió sus historias, pienso yo, fue con dos objetivos. El primero desintoxicar algunos hechos históricos de nuestro país del Marxismo Occidental, la ideología y sistema por excelencia del quehacer histórico del siglo XX; y el segundo, despolitizar la historia nacional para re encauzarla a la explicación del actuar de los personajes históricos más idolatrados y los más denostados. Por último, Fuentes Mares nos recuerda que la historia si es una ciencia pero no por eso deja de ser apasionante, pues aunque se trabaje con muertos y una realidad que ya no es nuestra; no deja de estar en constante cambio, por lo tanto la historia puede ser una idea.

Marduk Silva
Licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Profesor en Preparatoria Lobos de la Universidad de Durango Campus Juárez y en la Escuela Preparatoria Luis Urias.
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