Bajo el pretexto de apoyar la economía, el progreso y el bienestar social, las autoridades han sido las primeras en poner el mal ejemplo, autorizando bienes y servicios fuera de la ley. Ciudad Juárez ha sido lo malo, de todo lo malo. Ha vivido situaciones de grave riesgo en seguridad pública y social; crímenes de alto impacto, lavado de dinero y corrupción en los altos mandos. Presidentes van y vienen y siempre bajo el mismo lema de combatir el crimen, la inseguridad y la corrupción.
Desde luego que para ello se necesita tener disponibilidad y el apoyo mutuo de la sociedad, para construir todos los acuerdos encaminados al bienestar común.
Las disposiciones legales son apropiadas para lograr el equilibrio de la justicia. En materia de seguridad tenemos que comenzar con los recursos que tenemos. Cuidar a los niños y a los jóvenes principalmente en el rubro de las adicciones. En la ciudad ya tenemos suficiente con tanto negocio que lucra con la salud. Hoy haré especial énfasis, en las molestias de los vecinos que viven en las colonias y fraccionamientos, que colindan con los diversos negocios en el Corredor Gómez Morín, principalmente los antros. Noches de sufrimiento e insomnio. De negocios sucios y sobornos a las autoridades que va en ascenso, que requiere de la participación de todos para erradicarla.
Las quejas de los vecinos que llegaron primero que los negocios del hoy llamado “Corredor de la Gómez Morín”, se han multiplicado sin que hasta la fecha las autoridades competentes verifiquen todo el daño que ocasionan. El daño es principalmente en la salud de las familias, que deben tolerar toda clase abusos de estos negocios, que siguen contaminando principalmente el medio ambiente con ruidos, falta de estacionamiento, insalubridad, drogadicción y alcoholismo. Toda la semana es un festín de adicciones e inseguridad que obligó a la mayoría a cerrar las calles y avenidas de los fraccionamientos, por el temor a la delincuencia.
Todo puede funcionar si se hace bien. Las leyes respectivas establecen que los antros, bares, centros nocturnos, y todos los negocios donde se expenden alimentos y bebidas alcohólicas, deben cubrir requisitos indispensables para la seguridad del consumidor. Protección civil debe verificar que existan las medidas de seguridad mínimas, como lo son las salidas de emergencia, extinguidores, alcantarillado de residuos peligrosos, almacenaje de bebidas y comestibles, limpieza de cocina, barra etc. A simple vista se nota que en los negocios del Corredor Gómez Morín, no los cubren a cabalidad, pese a
que se les otorgaron licencia de funcionamiento. Algunas condicionadas.
La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, considera esencial la participación del sector privado en la lucha contra la corrupción. Las empresas tienen la responsabilidad de actuar como buenos ciudadanos corporativos. Combatir la corrupción tiene sentido comercialmente y de que un programa anticorrupción de ética y cumplimiento bien ejecutado, arroja a la larga beneficios. El aumento de los gastos por los pagos derivados de la corrupción, provoca relaciones desiguales entre la oferta y la demanda en un acto de corrupción, originando extorsiones de todo tipo interminables y la pérdida de oportunidades comerciales en mercados distorsionados. El importante estudio generado por la Convención, también afirma que la corrupción es ilegal, y las empresas enfrentan graves consecuencias por violar la ley. Así como la afectación de su reputación.
La Organización Mundial de la Salud, ha determinado que la contaminación acústica, es la segunda causa de enfermedad por motivos medioambientales, por detrás de la polución atmosférica. El ruido provocado por el tráfico, por la música en alto volumen, es una amenaza para la salud pública, pues es un sonido no deseado o perturbador que se define como contaminación sonora. Pues interfiere con las actividades de la vida diaria, como dormir o conversar o que irrumpe en la calidad de vida. El ruido ha provocado insomnio, problemas cardiovasculares, problemas de aprendizaje, estrés, presión alta, hipertensión y hasta suicidios infantiles.
Por ello sabemos que los antros Tequila Republic (antes Shamrock), La Traicionera, Leprechaun, La Cervecera, Ranchenato, La Bodeguita, La Islita, La Bikina, La Cervecería y El Bar de Todos, entre otros no cumplen con las disposiciones legales. Son empresarios que se han prestado a la corrupción y causan daños irreversibles a la sociedad. Y esto también lo saben las autoridades respectivas.
Héctor Molinar Apodaca
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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