“Cada mañana, más de 85 mil juarenses cruzan la frontera no para trabajar, sino para vivir. No huyen de la violencia; huyen del olvido.”
Ciudad Juárez está perdiendo lo más valioso que tiene: su gente. Una migración silenciosa, distinta a la tradicional, fuga de talentos hacia Estados Unidos, está reconfigurando la dinámica fronteriza. No son deportados ni migrantes económicos clásicos: son profesionales, comerciantes y familias de clase media que conservan sus negocios o empleos en México, pero que han decidido radicar en El Paso. La razón es simple: prefieren pagar en dólares lo que Juárez no les da en calidad de vida.
El Éxodo de los Invisibles: Según el Census Bureau, 43% de los residentes hispanos en El Paso en 2025 reportaron “haber vivido previamente en Juárez por más de 10 años”.
68% de estos migrantes atípicos tienen estudios superiores (vs. 22% en la población general de Juárez).
Las 3 Heridas que Expulsan:
Salud: Esperar 8 meses para una mastografía en el IMSS vs. 72 horas en una clínica de El Paso (aunque se pague).
Educación: Escuelas públicas juarenses con aulas sin calefacción vs. distritos texanos con iPads y psicólogos.
Espacio Público: Parques inseguros y sin mantenimiento vs. 300 acres de áreas verdes en el Parque Tom Lea.
La Paradoja Económica:
Estos juarenses generan 30% de sus ingresos en México (negocios locales, propiedades), pero gastan 70% en EU (supermercados, médicos, gasolina).
¿Por qué Duele Más Este Abandono? No es pobreza, es desidia institucional: Quienes se van podrían invertir en Juárez, pero ¿por qué hacerlo si la ciudad no garantiza lo básico?
Entendamos el mito de la ‘frontera unida’: Mientras El Paso invierte en bibliotecas y ciclovías, Juárez recorta presupuesto a cultura y deporte, ¿es eso igual a ciudades hermanas?
Consideremos de entrada el efecto dominó: Cada familia que se va reduce el consumo local, encarece servicios y ahuyenta más inversiones.
Receta para el Suicidio Urbano (que ya Aplicamos)
1. Ignorar que el cruce de “residents-consumers” es el termómetro más honesto de la gestión pública.
2. Permitir que el puente internacional sea más que una frontera: un filtro de clase que solo los ricos pueden saltar.
3. Seguir construyendo plazas comerciales sin arreglar hospitales o escuelas.
¿Cómo Romper el Ciclo?
Impuesto 0% a negocios que reinviertan en mejorar servicios (ej: clínicas privadas con precios sociales).
Acuerdos binacionales reales: Que las universidades de El Paso abran extensiones en Juárez (como hace San Diego con Tijuana).
Voto con los pies (pero al revés): Exigir que candidatos presenten planes concretos para retener talento (no solo promesas de más policías).
“Juárez no está perdiendo ciudadanos; está perdiendo accionistas de su futuro.”
Contraste brutal: Comparar el presupuesto anual de mantenimiento de parques en El Paso ($28 millones USD) vs. Juárez ($3.7 millones USD).
Cuando la gente con recursos y educación elige irse, no es una derrota: es un veredicto. Juárez sigue condenando a sus hijos a cruzar el puente no por oportunidades, sino por dignidad.”

César Calandrelly
Comunicólogo / Analista Político