Isabel Allende ha inspirado mi vida y seguramente a muchísimos más, todas sus obras están impregnadas de ese toque dramático e intelectual del cual soy fan y adicta pero el libro que mayormente me marco fue “La Casa de los Espíritus “.
Por el titulo creí que su contenido estaría impregnado de esoterismo y brujería pero más allá de los espíritus que aparecieron en el más acá acompañando a Clara la co-protagonista de la historia la enseñanza social que nos comparte es enorme.
Hemos escuchado hasta el cansancio que un “pueblo que no conoce su historia está destinado a repetir los mismos errores” y en cierta medida estoy de acuerdo sin embargo hay algo mas grave que eso; “creo el pueblo que no reconoce, y modifica sus errores en el presente estará sumergido en la ignorancia el fracaso y por supuesto la pobreza”. Y en muchos temas comparto la visión de Aldous Huxley que decía que “Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”.
En la historia de la Casa de los espíritus Isabel nos comparte fascinantes personajes, el primero de ellos es Esteban un hombre con las cualidades de muy hombre de la época; excesivo trabajador, poco expresivo, arriesgado, enamorado de una santa mujer, y con la idea muy clara de familia perfecta. La vida de Esteban no fue fácil pero en cuanto se puso ligera y el poder y la fortuna le favorecieron hizo fácilmente de la suyas. Era un cacique duro , abusaba sexualmente de mujeres, oprimía a sus trabajadores y como muchos en la historia parecía que la vida le premiaba sus malas acciones con más poder y dinero .
Esteban y Clara se casaron, tuvieron hijos y luego nietos que crecieron y difirieron con su padre por su rígida estructura mental. Clara una mujer que a pesar de cumplir con el rol femenino que le asignaba la sociedad pensaba por si misma y enfrentaba a su marido en asuntos de política, negocios y espíritus.
Esteban empoderado y adinerado se involucró en la política, su radicalismo fue su toque personal. A partir de este momento empieza a cometer una serie de errores personales y políticos que les costaran la vida de uno de sus hijos. Este episodio no cambio la actitud de Esteban, no había aprendido del dolor y no cambio la historia.
Envejecido y empecinado en seguir con sus mismas ideas que antes le habían funcionado, no podía asimilar otra forma de vida y de pensar para el ejercicio político ni para su familia. Clara muere y Esteban sufre de nuevo, pero no está dispuesto a cambiar.
Como no aprendía el destino le preparo una nueva juagada. Al quedar viudo y bajo el cuidado de su hija Blanca y su nieta Alba una nueva prueba le esperaba. Alba era una chica aguerrida activista política totalmente contraria a las ideas del abuelo se metía en problemas constantemente enfrentando al régimen. Alba fue encarcelada y violada constantemente en prisión por su propio tío, un militar fruto de un abuso de Esteban a una campesina cuando era joven.
Esteban rogó y suplicó sin embargo, ni sus influencias, ni el dinero que había tenido en toda su historia le servían para recuperar a su nieta, y cuando todo esto se le agoto , Esteban reconoció y cambio sus errores apoyando en secreto el movimiento contrario a sus propias ideas pero que su nieta abrazaba con pasión. El amor por Alba le hizo comprender que las estructuras mentales funcionan en un momento y personas determinadas y son quebrantables.
Alba fue liberada gracias a la intención de su cambio de su abuelo Esteban, y cuando tuvo la oportunidad de vengarse del hombre que la había violado en la cárcel, decidió no hacerlo.
La historia cierra con una reflexión muy profunda pues Alba reconoce que ha pagado un error que no le correspondía pero que lo acepta entendiendo que el dolor de aquella mujer campesina a la que su abuelo había abusado tampoco era justo.
Creo que muchas veces la sociedad, la familia o los gobiernos nos han heredado situaciones que no merecíamos, restos de dolor, instituciones en decadencia, ideas caducas, organizaciones ineficientes y con ello tenemos dos opciones.
La primera; ignorar la historia o juzgar a los actores para asumirnos como víctimas de las circunstancias culpando al pasado del legado que me ha dejado.
O la segunda, aceptar que, si algo me ha ocurrido, o estoy en algún lugar determinado es porque tengo la posibilidad de transformar mi herencia en algo mucho más preciado.
¿Ha visto edificios, dependencias, escuelas, o parques que parecen ser habitados por los espíritus con impresión de abandonados? Yo sí, pero en realidad no lo están, viven bajo el cargo de personas que los heredaron y no están dispuestos a cambiar su historia. Sobreviven llenos de rencor, con las paredes fracturadas de amargura y desolación porque alguien los trato mal y como el daño no fue en mi año, así permanecen.
Con la historia de Esteban y su nieta Alba, entendí la responsabilidad personal y social que tenemos de modificar nuestras ideas o errores aceptando el pasado que cada uno toca heredar, aprendí que la historia no se cambia cuando se conoce, se cambia cuando se vive consciente de que cada pequeña acción en el presente es lo único que cambiara el futuro.
Rocío Saenz
Lic. En Comercio Exterior. Lic. En Educación con especialidad en Historia. Docente Educación Básica Media y Media Superior, Fundadora de Renace Mujer A.C. Directora de Renace Mujer Lencería, Consultora socio política de Mujeres.