Mi cariño y admiración por el Ejército Mexicano, se ha venido acrecentando a pesar de las críticas de muchos en cuanto a la “militarización del país”.
Entiendo muy bien que no resulta ideal para un sistema democrático el que los militares tengan tan alta participación en la vida pública, entiendo tambien que al propio Ejercito Mexicano, le significa un riesgo enormne, porque puede haber descomposición y corrupción (que siempre será infinatamente menor que con la clase de políticos que hemos tenido).
Para quiern es militar es casi un insulto que lo manden a la policía encargada de de los delitos de los civiles, pero la verdad es que no había de otra. La policía federal, a pesar de contar con algunos magníficos elementos, la mayoría ya no era confiable por todas las razones imaginables, colusión, ineficacia, ineptitud, falta de preparación y disciplina, etc.
Tampoco era posible confiar en que los políticos de la 4T, llevaran a cabo las obras de infraestructura planeadas, la historia de corrupción de estos y muchos de los políticos anteriores, atentaba en contra de la viabillidad de matener las obras lo más apegadas a la pulcritud, presupuesto y tiempos de entrega.
Soy de los que creo que la corrupción que se dio, fue a causa de órdenes recibidas desde el más alto mando (que no era militar), y si algo tiene nuestro ejército es que obedece sin preguntas y es leal sin cuestionar; virtudes que encierran defectos de fondo, pero indispensables para manterse fieles, por el honor de México.
El General Ricardo Trevilla Trejo Secretario de Defensa, ha sido reconocido por su lealtad y disciplina, pero también como a un liberal que promovió una mayor apertura hacia la sociedad cuando estuvo al frente de la Dirección de Comunicación Social y eso nos habla de un militar capaz de realizar cambios de fondo.
El Ejército Mexicano ha sido históricamente una institución clave para la seguridad nacional y el desarrollo de México. No limitándose unicamente a la defensa del territorio nacional, sino abarcando también tareas fundamentales en situaciones de desastre, seguridad interior, ahora seguridad pública y continuar con el desarrollo de proyectos de infraestructura, además de administrarlos.
El Plan DN-III-E fue creado en 1966, y se activa en respuesta a desastres naturales con un apoyo irrestricto a la población, salvando vidas y bienes materiales, por ello es que es la institución más confiable y querida para los mexicanos y debemos cuidarla.
No podemos seguir mirando en los medios, como ocurrió en el sexenio pasado, a nuestros soldados siendo vejados y humillados por grupos delincuenciales, disfrazados de población civil y utilizando a mujeres y niños como escudo.
Ahora la Guardia Nacional (una fuerza creada en 2019 para reforzar la seguridad pública en regiones donde las autoridades locales enfrentan retos complejos), es parte de la Secretaría de la Defensa y es por ello que tendrán que ser mucho más cuidadosos en su quehacer, para que los ciudadanos no veamos como se siguen entregando cuotas en las carreteras, o se sigue permitiendo la venta de combustible robado a la vista de todos, con los conocidos focos estroboscóopicos o lámparas sordas anunciando su venta.
Además claro de acabar con los asaltos carreteros y garantizar la paz en el país.
La Operación Enjambre, ejecutada el 22 de noviembre pasado, representó un esfuerzo de coordinación extraordinaria entre diversas instituciones de seguridad mexicanas para combatir la corrupción y el crimen organizado. En este operativo, el Ejército Mexicano aportó su experiencia, inteligencia y recursos de todo tipo para garantizar que la misión fuera exitosa.
El enjambre utilizó alrededor de mil elementos del Ejército Mexicano creando el cerco necesario para lograr las detenciones, pero además bloqueando señales de celulares y radios que pudieran haber sido utilizados para propiciar fugas de información.
Sin quitar méritos a la Mariina Armada de México y a la Secretaría de Sewguridad y Protreción Ciudadana a cargo de Omar García Harfuch, la participación del Ejército en este operativo ha gozado del respeto y credibilidad de la ciudadanía y esperamos que las cosas, así sigan.
Fernando Schütte Elguero
Empresario inmobiliario, maestro, escritor, y activista en seguridad pública. Destacado en desarrollo de infraestructura y literatura.
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