¿Recuerda usted, estimad@ lector@, lo que ocurrió el jueves 11 de agosto del año que recién terminó? Por si no lo recuerda, ese lamentable día, un grupo de sicarios, integrantes de la banda Los Mexicles, irrumpieron a sangre y fuego en el Cereso número 3 para matar a un reo integrante de una banda rival.
El suceso derivó en un motín en dicho Cereso, y en ataques de tipo terrorista en diversos negocios de nuestra ciudad. Con balazos y bombas molotov, los elementos del crimen organizado, se hicieron presentes en varias tiendas de conveniencia, una pizzería y gasolineras, creando, desde luego, el consabido estado de psicosis del que gustan acompañar sus actos. El trágico saldo de aquel día fue de 11 muertos, de los cuales 9 eran civiles inocentes y de entre ellos un menor.
Ya se imaginará usted, estimad@ lector@, porque traemos a colación los lamentables sucesos de hace apenas 4 meses. Pues sí, porque desgraciadamente, volvió a ocurrir algo similar. Esta vez, con el agravante de la fuga de un grupo grande de reos, alrededor de 25, entre ellos el líder de los temibles Mexicles, Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias “El Neto”.
Como es evidente, el problema de la inseguridad permanece, sin que ninguna de las autoridades de los tres órdenes de gobierno pueda hacer algo efectivo para, ya no digamos erradicar el problema, sino al menos, para mantenerlo bajo control, pero en este caso, si hay un elemento que no se puede dejar de señalar, la incapacidad sospechosa de la Dirección General del Sistema Penitenciario, Prevención y Reinserción Social del Gobierno del Estado entidad encargada de este y otros 10 ceresos estatales, para detectar lo que venía ocurriendo al interior del penal.
Desde antes de los eventos del mes de agosto pasado, ya se habían reportado anomalías en el sistema penitenciario estatal. Situaciones como que los propios reos tenían llaves para ingresar a ciertas áreas del penal, fueron denunciadas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos desde el 2019.
Los sucesos del año pasado, supuestamente hicieron que la fiscalía del Estado pusiera “especial atención” al centro de readaptación, y yo me pregunto, ¿realmente lo hicieron? Creo que no, y la prueba de su negligencia está en las armas, las drogas, el alcohol, las celdas VIP y los 1.7 millones de pesos encontrados en el área donde se encontraba recluido El Neto.
Mientras todo esto ocurría, ¿qué hacia la gobernadora? Solo ella lo sabe, porque es evidente que los asuntos relacionados a la Seguridad Publica, no son los de su preferencia. Como no sea el millonario negocio de la tristemente célebre torre centinela, no se sabe que mas trae como estrategia la señora Campos.
Y hablando de ciudades, tampoco en Ciudad Juárez o en el resto del Estado, fuera de su muy querida Chihuahua capital, se percibe el supuesto cariño de la gobernadora que, así lo ha manifestado, esta “lista” para entrarle a la contienda presidencial.
El ejercicio de gobierno, debe ser un ejercicio de liderazgo, que contenga, desde luego, una fuerte carga de relaciones públicas, pero también, un alto nivel de compromiso personal. Querer resolverlo todo con frases, y logos simpáticos en Facebook, como ese de “Doy el 100%” si no lleva aunada la acción personal, termina siendo una simple frase hueca.
La señora campos ya tenía cerca de dos semanas fuera de la actividad pública, ¿otra vez estaba de vacaciones? ¿otra vez estaba incapacitada? Realmente no se sabe, al menos no hubo un comunicado oficial que explicara su prolongada ausencia. Desde el 14 de diciembre en que participó en un acto con alcaldes, no tenía actividad alguna registrada por su oficina de prensa.
El día primero, ante los hechos de violencia no fue capaz de dar la cara, y se concretó a postear en sus redes sociales –varias horas después de iniciado el problema– un muy tibio mensaje, lleno de lugares comunes como, “He dado la instrucción de salvaguardar de manera prioritaria la seguridad e integridad de la sociedad civil juarense” ¡Caramba! ¡Que detallazo!, muchas gracias. Imagino que sus subalternos no sabían si debían o no priorizar la seguridad e integridad de nosotr@s l@s juarenses, hasta que la señora Campos regreso de su refugio vacacional a dar instrucciones.
Por el momento la violencia sigue, y hoy, dos de enero hubo un nuevo enfrentamiento en el que resultaron muertos dos ministeriales y cuatro presuntos sicarios. Ni siquiera porque la gobernadora se dignó a venir a Ciudad Juárez, los elementos del crimen organizado nos dejaron descansar un día. ¿Será que no siguen la página de Facebook de la gobernadora? Posiblemente.
Por el momento, y mientras se monta un gran operativo de búsqueda para recaptura a los reos fugados, especialmente El Neto, (en una de esas y ya está haya con El Chueco en la sierra) acá le va un tip a la gobernadora y a su Gabinete de Seguridad, empiecen por investigar a quien encabeza la Dirección General del Sistema Penitenciario, Prevención y Reinserción Social, si no es culpable por acción, lo es por omisión. Evidentemente que no estaba dando el 100%
En conclusión, si la gobernadora realmente quiere demostrar que puede hacer un cambio positivo en la política nacional, debe, primero que nada, dejar su campaña a base de discursos. ¿Quiere romperle el hocico a alguien? Pues puede empezar con los criminales que andan prófugos. ¿Realmente quiere dar el 100%? Déjese de vacacionar, salga del Palacio de Gobierno, suba a la sierra, vaya a las colonias, pero sobre todo, déjese de frivolidades.
Es cuánto.

José Antonio Blanco
Ingeniero Electromecánico. Juarense egresado del ITCJ con estudios de maestría en Ingeniería Administrativa por la misma institución y diplomado en Desarrollo Organizacional por el ITESM. Labora desde 1988 en la industria maquiladora. Militó en el PRD de 1989 al 2001.
En la actualidad, un ciudadano comprometido con las causas progresistas de nuestro tiempo, sin militancia activa.
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