ALERTA
“Los creadores y promoventes de esta ley están utilizando a los niños para justificar su aprobación, supuestamente buscando protegerlos, pero no se puede proteger a unos y criminalizando sin oportunidad de equilibro de justicia a otros, eso se llama perverso desequilibrio en la búsqueda de justicia”
En la realidad buscan complementar la “ley de violencia política en razón de género” y sobre proteger a las mujeres desoyendo a los hombres que también tienen derechos, responsabilidades y obligaciones igual que las mujeres, pero criminalizado a los hombres por default poniéndolos en absoluta indefensión con la ley Vicaria, eso genera un desequilibrio para aplicar la ley y buscar justicia.
La violencia, el chantaje, la extorsión, el uso de la mentira y el engaño no son exclusiva de un género hacia otro. Aunque a menudo se habla de género en el contexto de hombres hacia mujeres, es importante reconocer que cualquier persona, independientemente de su género, puede ser víctima o perpetrador y esto puede manifestarse de diversas formas, como física, emocional, sexual o económica utilizando la fuerza física, la mentira, el engaño, el chantaje o la manipulación.
El mentir es una forma de buscar causar daño entre los seres humanos, el utilizar la fuerza de las oportunidades al alcance para causar daño como instrumento de presión y chantaje se da tanto en hombres como en mujeres y las mujeres pueden causar tanto daño emocional y físico como los hombres y, hoy en día con ese asunto de la igualdad de género y de la sobreprotección legal hacia las mujeres, las cosas se están complicando mucho más para aplicar la ley con equilibrio que oriente al juzgador para una justa protección, a quien debe proteger, en base a los hechos, para resolver con justicia.
Si se requiere ahora proteger a los hijos de las decisiones de los padres no se podrá hacer si no hay un reconocimiento de los legisladores de las causas por las que los matrimonios no están perdurando y saber, que cuando se quiere disolver un matrimonio, los cónyuges podrán utilizar como estrategia de chantaje y presión hacia el otro utilizando a los hijos, quedando los hijos atrapados en medio de odios, rencores y ambiciones.
Hoy se está buscando por parte de los legisladores que no se afecte a los hijos, están buscando aprobar una ley llamada LA LEY VICARIA pero dando peso a la ley protegiendo a la mujer al no ser incluido, dentro de la descripción de la ley, el padre y presuponen los legisladores que solo el padre podría causar daño a los hijos y esto no es así, cualquiera de los dos en un divorcio puede estar más interesado en causar daño y obtener ventaja utilizando a los hijos importando muy poco el daño moral o psicológico que se les causa.
Las leyes deben de ser equilibradas y en los últimos años se ha buscado el desequilibrio de la ley en materia de violencia de género dando más peso a las mujeres, por no decir peso absoluto a su favor, como consecuencia de la presión de los grupos feministas en todo el mundo y, en México ante la paridad de género, los legisladores han dado cabida a esas leyes inclinadas a favorecer a la mujer.
Veamos sin no es así, el espíritu y el fondo, “La violencia política en razón de género se refiere a acciones u omisiones que, basadas en elementos de género, tienen como objetivo o resultado limitar, anular o menoscabar los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres. Esto puede incluir la restricción al ejercicio pleno de sus atribuciones en cargos públicos, la toma de decisiones, la libertad de organización y el acceso a prerrogativas. La violencia política puede manifestarse tanto en la esfera pública como privada.”
¿Y los derechos políticos de los hombres?
He sostenido siempre que la ley de violencia política en razón de género es una ley feminista que sobreprotege al género femenino pero discrimina la realidad de que la mujer también causa violencia política en razón de género y la ley no lo contempla así, se le niega al hombre defenderse y aplicar ley cuando es agredido por la mujer.
Tenemos en México un ejemplo clarísimo de ello y que fue utilizado como arma política por las mujeres en el pasado proceso electoral.
En México ocurren, promedio por año, 27.6 divorcios por cada 100 matrimonios y esos divorcios se resuelven por la vía judicial (90.6%) mientras que el 9.4% se resuelve por la vía administrativa.
Las principales causas de divorcio a nivel nacional fueron el divorcio incausado con el 66.2% (61 422), seguido por el de mutuo consentimiento con el 32.4% (30 039), seguidas de la separación por 2 años o más con el 0.40% (371).
De acuerdo a las cifras que ha emitido el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el índice de divorcios en México ha crecido cuatro veces desde 1986, independientemente de que las parejas en la actualidad deciden evitar el matrimonio siendo esto último una manifiesta distorsión real a las estadísticas.
Ahora, ¿porque se disuelven los matrimonios en la actualidad? Bueno entre las principales causa de divorcio se encuentra el abandono del hogar, la violencia intrafamiliar, el adulterio o la infidelidad, a pesar de que la causa más común termina siendo el consentimiento mutuo en la resolución del divorcio.
Esas causantes de divorcio pueden ser producidas por cualquiera de los divorciantes, puede ser atribuida la causa tanto a hombres como a mujeres, por lo tanto puede ser cualquiera de los dos los que pueden producir la violencia, o la disolución del matrimonio, no es causa exclusiva provocada por el hombre el divorcio, lo pueden originar cualquiera de los dos cónyuges.
Hay que recordar que además de que la paridad de género nos ha llevado a que las mujeres se desarrollen y se superen cada día más y, México al estar sumergido en un mundo de mercado globalizado ha llevado a los matrimonios a que ambos cónyuges tengan que trabajar, en el nivel socioeconómico que sea al que pertenezcan y, esto pone en debilidad la fortaleza de la institución matrimonial por todas la amenazas a las que están expuestos ambos cónyuges, la principal amenaza es la de “comparación” y “oportunidad”.
Vivimos hoy con toda claridad las consecuencias de los intentos de destruir las familias por parte de las corrientes del pensamiento que ven a la familia como un peligro, estorbo, para sus objetivos y sus estrategias que van permeando en la moral y los principios familiares en donde cualquiera de los dos cónyuges puede caer llevando como consecuencia al rompimiento del amor y la paz del matrimonio.
La irresponsabilidad puede ser de ambos cónyuges al igual que la búsqueda de “suavizar” las consecuencias que el rompimiento matrimonial conlleva.
No se puede seguir pensando que por el hecho de ser madre ellas no pueden utilizar a los hijos para obtener ventaja en la disolución, no se puede seguir pensando que son los padres los únicos irresponsables ante el futuro de los hijos cuando se da la vía del rompimiento del lazo familiar.
Los hijos no se engendraron por uno solo de los padres, los hijos son el resultado del proceso natural de engendrar de dos personas hombre y mujer sin dejar de considerar que la mujer es, y lo será siempre, el altar de la vida.
Por lo tanto, todo lo que sea prevenir y proteger en las leyes debe ser bueno cuando se da en equilibrio para regular las consecuencias de las decisiones de los cónyuges y de los jueces.
Con este tipo de leyes como están conceptuadas más temprano que tarde estaremos en un enfrentamiento frontal entre hombres y mujeres.
La ley Vicaria no está conceptuada con equilibrio, es una ley desequilibrada e injusta que no busca proteger sino criminalizar a una sola parte.
No debe ser aprobada así por los legisladores ya que tarde que temprano, ellos mismos, como parte de la vida, podrán ser ajusticiados por esa ley como se tiene hoy conceptuada.
Es necesariamente forzoso reflexionar sobre ello, porque si no lo hacemos ahora, más adelante será demasiado tarde.
Tengo que puntualizar, nadie está pidiendo que se suavicen las consecuencias de las irresponsabilidades y menos la afectación física y mental de los hijos sino que se equilibren en la ley el peso de las consecuencias entre hombre y mujer.
El simple hecho del proceso de la disolución familiar (divorcio) ya conlleva en sí mismo una gravísima afectación en los hijos.
A la ley Vicaria le falta equilibrio, están criminalizado a los hombres.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.