Si en la primera parte de La Piel del Imperio, hablamos sobre el sistema económico de Rusia, partiendo del desmantelamiento de la antigua Unión Soviética hasta hoy, en el cual aseguraba que a pesar de autoreconocerse como un modelo capitalista, la verdad es que Rusia vive una situación muy especial de “capitalismo entre amigos o aparente”. Corresponde ahora abordar el modelo político de Rusia.
¿Es Rusia una democracia? Antes de aventurarnos a contestar algo que pudiera resultar evidente, vamos a exponer brevemente las condiciones políticas que imperan en ese país.
Uno de los múltiples y complejos elementos que componen un modelo político democrático es el ejercicio de elecciones populares en las que los ciudadanos elijen a través del voto directo a sus representantes políticos. Dicha condición se da plenamente en Rusia, de hecho, el pasado fin de semana se celebraron comicios regionales es los que se eligieron gobernadores, presidentes municipales y congresos locales o regionales, como se denominan en Rusia. Siendo estas las primeras elecciones que se viven desde la invasión a Ucrania.
Dichas elecciones se celebraron los días 9, 10 y 11 de septiembre presente año (2022) días y se eligieron a más de 31 mil diputados en 82 regiones del país y 14 gobernadores, siendo convocados a las urnas más de 44 millones de ciudadanos con derecho a voto.
Actualmente en Rusia existen 28 partidos políticos, aunque hay que decir que una buena parte de ellos son satélites de Rusia Unida (el partido dominante) o del Partido Comunista, mientras que el otro restante conforma el grupo político de oposición al actual régimen.
Como dato; solo en Moscú se postularon poco más de 5 mil 700 candidatos para la renovación de mil 417 diputaciones locales.
Si bien, dentro del colectivo imaginario una de las falsas premisas es que la concurrencia a elecciones es sinónimo de democracia y que estas por sí mismas encarnan el espíritu de la democracia, esto está muy lejos de ser así. Rusia tiene elecciones libres, partidos políticos renovación de representantes políticos y división de poderes; todos estos elementos sine qua non de un modelo democrático.
Pero seguimos sin contestar la pregunta; ¿es Rusia una democracia? Sigamos avanzando… tomando como referencia la elección más cercana de la cual los resultados oficiales ser darán a conocer el día de hoy. Hasta el momento Rusia Unida, el partido del Kremlin encabeza prácticamente todas las elecciones tanto municipales como regionales. De acuerdo a los resultados preliminares, detrás de Rusia Unida como segunda fuerza política se encuentran 5 partidos políticos con más posiciones logradas, por cierto, todos ellos oficialistas.
En cuanto a la elección de gobernadores, de las 14 regiones que estaban en juego, 12 las ganó Rusia Unida y las 2 otras fueron para candidatos independientes. Lo mismo sucedió con los congresos regionales o locales, de los que Rusia Unida se llevó prácticamente la mayoría.
Y es que esta elección sirvió básicamente como una especie de plebiscito para Rusia Unida, en tiempos de guerra, teniendo la invasión a Ucrania como telón de fondo.
Durante los mandatos de Boris Yeltsin and Mijail Gorvachov con su perestroika, Rusia transitó por una imperfecta e incipiente democracia, pero con la llegada de Putin al frente del Kremlin todo ello cambió. La división de poderes es una premisa esencial para la democracia y bajo la Constitución rusa queda claramente establecido, pero lo que sucede en los hechos, es que el poder parlamentario y el de justicia están supeditados a un poder encarnado en la figura de un solo hombre; Vladimir Putin, quien además está al frente del Estado desde 1999 gracias a los remiendos y modificaciones ordenadas por él a la Carta Magna. La Constitución rusa se encuentra vigente, pero en la práctica se incumplen, violan o mal interpretan todos sus artículos.
Para los estudiosos del tema y analistas, Rusia es una perfecta anocracia.
La anocracia entendida como una forma de gobierno compuesta por una mezcla de elementos propios de la democracia con características de inestabilidad política, mucha ineficiencia en su capacidad de gobernar e impartir justicia, así como rasgos y prácticas autoritarias.
Rusia es una democracia es sus formas, y seguramente podría decirse lo mismo de sus partes, la trampa está en los miles de subterfugios sobre los que se asienta. Que Vladimir Putin goza de una amplia popularidad en su país es innegable, pero no es solo su liderazgo lo que le ha permitido prologarse en el poder todos estos años centralizando todos los órdenes de gobierno en su persona y manteniendo bajo su dominio los poderes parlamentarios y de justicia.
Si Rusia Unida es el gran poder político dominante no es en sí mismo una muestra de convergencia en el pensamiento político de los ciudadanos rusos, su fuerza electoral tiene mucho que ver con que el sistema electoral en Rusia está bastante manipulado, además de que los partidos de oposición y las voces críticas sufren de un fuerte hostigamiento y obstaculización, esto sin contar que no han sido pocos los oponentes que han aparecido misteriosamente muertos o envenenados.
Lo mismo sucede con los medios de comunicación, los cuales en su mayoría no es que estén controlados, lo que están es comprados, con lo cual no hay mucho espacio para las voces disidentes, garantizando así un discurso unitario.
¿Entonces es o no Rusia una democracia? Lo es, pero con marcados rasgos autoritarios. En Rusia existe también la libertad para criticar al gobierno, puedes hablar y despotricar todo lo que desees sobre la corrupción, el mal estado de las carreteras en el país, la falta de equipamiento e infraestructura en las zonas más alejadas a Moscú.
Pero lo que bajo ninguna circunstancia está permitido es criticar la política sobre la zona del Cáucaso, o con Chechenia, nada que tenga que ver con el genocidio en Georgia, Siria, la reciente invasión a Ucrania o el poder del ejército. De hacerlo, las posibilidades de perder la vida son muy grandes o mínimo terminar en la cárcel acusado de alta traición. Fuera de estos temas la gente es bastante libre de hacer casi lo que quiera.
Putin ha construido buena parte de su poder bajo una lógica militarista, la corrupción, la enorme burocracia y su ineficacia, son solo elementos perpetuos del imperio. Recordemos al dinosaurio vestido de Gucci, que usa el más reciente modelo de iPhone y paga con visa Infinite Card,a pesar de estar en el S. XXI, es un dinosaurio con más de 758 años de edad y que en su naturaleza misma de dinosaurio e Imperio lleva la impronta del dominio y del aplastamiento más allá de como forma de poder, como modo de supervivencia.
Claudia Vázquez Fuentes
Analista Geopolítica.
Maestra en Estudios Internacionales por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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