De niño el pecho se me inflamaba al escuchar las historias de los héroes que nos dieron patria y libertad que con su vida habían defendido la soberanía de la patria rechazando a los enemigos de la patria.
Juárez fusilando a Maximiliano, Madero sacando del poder al traidor Díaz, Cárdenas defendiendo el petróleo, Echeverría defendiendo al tercer mundo, López Portillo defendiendo a los pobres pero lamentablemente uno crece y se da cuenta de que Santa Claus es nuestro padre, que Juárez cabildeaba para los americanos, que Madero fue un alfil de la Standard Oil para entregarle los recursos naturales de la nación, que Cárdenas fue un esbirro de las petroleras americanas para sacar a las compañías europeas del negocio del petróleo, que Echeverría era un empleado de Nixon y López Portillo un comediante de pacotilla.
Tuve el honor de conocer a Don Manuel Moreno Torres, el artífice de la nacionalización de la industria eléctrica, un hombre de recio carácter y voluntad inquebrantable, había regresado a CFE como subdirector en tiempos de López Portillo a terminar Chicoasén, era impresionante ver aquella enorme cortina, la más alta de América Latina hecha por mexicanos, aunque la maquinaria, la asesoría y el capital vinieran del extranjero, no la veía como una invasión o pérdida de soberanía sino como una colaboración necesaria sin la cual no hubiera sido posible tener esa hidroeléctrica de hecho hasta los países más avanzados requerían de productos de otros países.
En la hidroeléctrica del Caracol me tocó trabajar casi desde el principio de la obra y conocí también héroes anónimos que trabajaban duro en condiciones inhumanas temperaturas cercanas a los 50 grados, en una nube de polvo fino que te tapaba la nariz y escupías lodo, con miles de mosquitos que te dejaban brazos y piernas rojas e hinchadas.
Pero no todo el monte era de orégano, veías a los líderes del sindicato robar en forma descarada en nombre de los pobrecitos trabajadores y a los funcionarios disponer de los bienes y dineros de CFE como si fueran de ellos, pronto me di cuenta que CFE no era del pueblo sino de un grupo de sátrapas que se enriquecían brutalmente de robarla y que el pueblo o la sociedad no recibía ninguna regalía de esta empresa sino que aparte de pagar una electricidad de baja calidad y cara tenía que pagar vía impuestos la ineficacia de la institución.
Luz y Fuerza se cocía aparte, jamás me imaginé que hubiera una empresa dirigida por el sindicato más ladrón que pudiera existir, se rifaban las gerencias de las sucursales, no entregaban cuentas de los ingresos, le vendían a la institución las herramientas que le robaban, tenían miles de aviadores y pensionados que nunca trabajaron, era una verdadera cueva de ladrones con “reivindicaciones” laborales, un sindicato estalinista ladrón como pocos, varios presidentes trataron de extinguirla pero el sindicato amenazaba con poner 40,000 trabajadores en la calle paralizando el país, hasta que llegó un presidente con los tamaños para finalmente liquidarla.
Con PEMEX sucedía algo semejante, me quedaba claro que estas empresas no eran del pueblo sino de un grupo de políticos que la ordeñaba y evitaba que cualquier mexicano pudiera competirles, teníamos empresas de estado (políticos ladrones) que perdían dinero y nos daban productos malos y caros.
Con el saqueo permanente de estas empresas estatales sus deudas crecían en forma exponencial evitando que se hicieran las inversiones necesarias para el crecimiento industrial de México. Viendo cómo se formaban grupos económicos exitosos en el mundo se planteó formar un grupo económico en Norteamérica con Canadá, USA y México, no teniendo capacidad eléctrica, ni recursos para crecer la industria eléctrica se pensó en permitir a la iniciativa privada participar en la generación de electricidad pero no pudiendo cambiar la constitución por el protagonismo de los partidos se hicieron varios entuertos como los pidiregas, donde los privados financiaba obras en la CFE y se les pagaba el capital e intereses con lo que generaban, era un esquema donde las obras eran de CFE y sus productos de los particulares.
En 2012 finalmente se pudieron poner de acuerdo y se cambió la Constitución para permitir que la iniciativa privada pudiera participar en forma legal del mercado de la energía controlado y regulado por el estado, esto legalizó gran parte de lo que se había hecho, pero además dio incentivos para que se hicieran otros proyectos preferentemente solares y eólicos, dándole modernidad al sistema y ayudándolo a cumplir los compromisos internacionales de energías limpias.
Dado que la demanda de energía eléctrica es variable se legisló que las primeras plantas en entrar serían las que produjeran la energía más barata y coincidentemente las energías más baratas son las eólicas y las solares, inversiones privadas y las más caras las de las carboníferas y combustóleo propiedad de los políticos y líderes sindicales, la inversión privada permitió el crecimiento industrial y los empleos, pero llegaron los políticos radicales y ladrones al gobierno y vieron como les arrebataban el negocio y apelaron a la soberanía, ellos son la soberanía, el poder de apoderarse de lo que es público a costa de la gente parando toda la inversión pública y poniendo en riesgo la generación de empleos.
Hoy estamos sufriendo las consecuencias de esta voracidad de los políticos que quieren proteger su botín (soberanía) a costa del futuro de las nuevas generaciones, este gobierno marxista, impreparado, envidioso y maloso paró desde el 2018 las posibilidades de crecimiento económico, causando un grave daño a las familias mexicanas.
Una de las grandes mentiras de esta ideología perversa es el uso del lenguaje para disfrazar las maldades, se llama progresista a esta manada de retrógrados, le llaman soberanía al botín de los políticos, democracia a la dictadura, es hora de que los mexicanos reflexiones sobre las mentiras que flotan en el inconsciente colectivo y le demos a las cosas sus verdaderos nombres.
La iniciativa privada no rompe la soberanía del país, le da viabilidad al crecimiento económico y esperanza a las nuevas generaciones, los políticos marxistas quieren conservar su botín a costa del futuro de la nación, ellos si atentan a la soberanía del país.
Marcos Barraza
Ingeniero de profesión y aficionado a la ciencia y filosofía. Intelectual de nuestro tiempo que compagina conocimiento científico y humanista. Domina las ciencias exactas y armoniza con las ciencias sociales.
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