El 3 de agosto de este año, Osvaldo Rivas, estudiante de derecho de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez expresó su inconformidad ante una docente al establecer como regla de clase que las mujeres debían de asistir depiladas porque es “anti-higénico” y los hombres debían acudir sin gorra, así como camisa con manga.
Dicha manifestación fue muy polémica dentro de la comunidad universitaria, y ha causado un sinfín de comentarios y opiniones, pues Rivas nos comenta que la Maestra Patricia Royval quien realizó esos comentarios discriminantes irónicamente imparte la clase de Derechos fundamentales y es Juez Civil.
Osvaldo, al cuestionar a la maestra por su falta de perspectiva ante el libre desarrollo de la personalidad en la plataforma donde se imparten las clases virtuales, esperó una respuesta por parte de la Maestra, quizá comentar que se había equivocado o una disculpa, pero no fue así, la Juez optó por responder que diera de baja la materia y que “trataba de dignificar la profesión, que cada día va en decadencia. Y que no echaba mano de los derechos inherentes al hombre para justificar indisciplina”.
Este tipo de comentarios dentro de la carrera de derecho son el pan de cada día, la Licenciatura en Derecho es una de las carreras más misóginas, y donde, desafortunadamente se siguen reafirmando los estereotipos de género, por lo que Osvaldo decidió alzar la voz y seguir con el protocolo de denunciar a la docente directamente en la Coordinación de Derecho del Instituto de Ciencias Sociales y Administración, donde Osvaldo reclamó su derecho al libre desarrollo de la personalidad, su libertad de expresión y su derecho a la educación.
Afortunadamente, futuros abogados como Rivas, ponen un alto a la línea del conservadurismo, el sexismo y la discriminación dentro del aula de clases.
Obviamente esto centra la atención en como reaccionarán las autoridades universitarias para resolver y prevenir este tipo de comentarios que al final son violencia simbólica para con sus estudiantes, así como también abre el camino para que los alumnos y alumnas se atrevan a evidenciar esa tendencia de discursos machistas y de discriminación.
Lo más alarmante de este caso, es que denostan que aún existen profesores y profesoras que no se encuentran capacitados en perspectiva de género y que siguen preparando a la próxima generación de abogados y abogadas, replicando un círculo vicioso, que, de ser así, siguen imposibilitando la resignificación y reivindicación de la abogacía en un marco de derechos humanos.
Paola Jacobo
Activista.Defensora de los derechos de la mujer y promotora de la agenda de perspectiva de género en el ámbito político y social. Estudiante del último semestre de derecho en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
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