Diagnóstico, tratamiento y remisión; así podríamos resumir en tres palabras las etapas que vive un paciente con cáncer. Así, en tres palabras en las que se engloba mucho en cada una de ellas: lo emocional, lo familiar, lo económico y lo social; los miedos, la información y la falta de la misma.
Desde que iniciamos nuestro tratamiento, comenzamos a identificar algunos síntomas que aparecen cada que recibimos tratamiento -ya sea quimioterapia o radiación-. Estos síntomas son a menudo conocidos como “efectos secundarios”; y abarcan síntomas tan diversos que es imposible generalizar y decir que “todos los pacientes con cáncer” se sentirán de una u otra manera.
¿Y por qué es imposible? Porque hay más de cien tipos de cáncer. Porque cada cáncer se divide en etapas distintas y el tratamiento es distinto según la etapa. Porque la quimioterapia no es un solo medicamento, sino un conjunto de medicamentos que varían según el paciente. Porque cada organismo reacciona diferente. Porque cada persona tiene un historial clínico distinto. Porque cada paciente tiene una edad distinta.
Claro, es posible identificar lo que la mayoría de los pacientes presenta, sin embargo, esto no nos da suficiente información para poder decir “a todos nos pasa así”. He aquí la importancia de saberse único y de respetar nuestro cuerpo y salud, antes de llevar a cabo un remedio para nuestros malestares.
Uno de los efectos secundarios que se suele presentar en pacientes que reciben cierto tipo de medicamento son las “llaguitas”, como les llamamos. Estas llagas son causadas por una inflamación en el interior de nuestra boca y pueden llegar a ser dolorosas e incómodas.
Según el Doctor Lang, especialista en Odontología Oncológica egresado del INCAN (Instituto Nacional de Cancerología), estas llagas se presentan hasta en un 40% de las personas que reciben quimioterapia.
Y la verdad, no es raro estar entre pacientes y darnos cuenta de que, durante nuestro tratamiento, al menos una vez tuvimos llagas. Al presentarlas, lo primero que hacemos es tratarlas como si fueran aftas o algún fuego; algo pasajero a lo que no le damos importancia. Al notar que no desaparecen tan fácilmente, optamos por seguir remedios que nos son recomendados, o bien, que vemos en las redes sociales e internet. Sin embargo, estas fuentes de desinformación, suelen poner a todos los pacientes con cáncer en una misma categoría, sin importar nuestro tipo de cáncer, etapa, edad, tratamiento y organismo. Estas fuentes asumen que todos tenemos los mismos síntomas y que todos reaccionaremos igual, y esto es muy peligroso.
Tan solo en el caso de las llagas o úlceras, el Dr. Lang, comenta que “existen varias opciones para su tratamiento, sin embargo, cada paciente es diferente, por lo tanto, cada procedimiento va a ir de acuerdo al padecimiento de éste”.
El comentario del Doctor Lang resume perfectamente lo que quiero compartir, cada paciente es diferente, y lo recomendable es preguntarle a nuestro médico sobre los síntomas que estamos presentando. Si identificamos alguna información que nos parece interesante, lo que se sugiere es platicarlas con el médico, y corroborar que no será contraproducente para nuestra salud.
En el caso de las “llaguitas”, cualquier otro síntoma relacionado con la boca, nuestro oncólogo, o un odontólogo oncológico pueden asesorarnos sobre qué pasos llevar para tratarlas y evitarlas. Inclusive, es posible asistir antes de comenzar el tratamiento, para saber cómo prevenir cualquier incomodidad.
Sé que nos resulta más fácil y cómodo “preguntarle” al internet o a algún conocido, que preguntarle al personal médico, sin embargo, debemos ser críticos con la información y remedios que llegan a nosotros.
No pongamos en riesgo nuestra salud. No nos causemos un mayor problema por tratar de encontrar una solución.
Lourdes Tejada
Titulada en Diseño gráfico y pasante de la Maestría en Acción Pública y Desarrollo Social. En su experiencia destaca el ser co-fundadora de una asociación civil y ser miembro fundador de una red de agrupaciones juveniles. Ganadora del Premio Nacional UVM por el Desarrollo Social, cuenta además con el Premio Estatal de la Juventud, el Reconocimiento a Mujer del Año de Ciudad Juárez y la mención de Mujer Líder de México.