Semejante proceso no está ligado a la coyuntura económica y sanitaria, sino a transformaciones mucho más profundas, que tienen una relación directa con factores asociados a la incorporación y uso de nuevas tecnologías en todos los campos y giros económicos; a la creciente experiencia de los trabajadores calificados, que casi lo son todos; al talento de profesionistas, técnicos, gerentes y empresarios en todos los ámbitos de nuestra economía y, en los últimos años, a la política económica de nuestro presidente que se construye en cuatro frentes.
En el frente macroeconómico se tienen indicadores que hablan de una estabilidad única, asociada a políticas de austeridad que garantizan un control muy eficiente del gasto público, a una balanza comercial superavitaria, a tasas de interés también bajo control, y a un peso estable que lejos de devaluarse está hoy más fuerte que nunca, sin riesgo a una devaluación semejante a la que se vivió durante los gobiernos del PRI y del PAN.
En el segundo frente tenemos los bolsillos de las familias; con tasas de participación laboral nunca vistas en la economía de Chihuahua; con una capacidad adquisitiva ahora fortalecida por incrementos salariales y con prestaciones, también al alza.

Juan Carlos Loera de la Rosa
Empresario y político defensor de la cuarta transformación.
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