“En el Castillo de Miramar, en Trieste Italia, lugar en donde traidores mexicanos le ofrecieron a Maximiliano de Austria la corona de México y que cuando partió del Castillo no sabía que sería ejecutado en tierras mexicanas y que, sólo su esposa Carlota, regresaría para vivir sus últimos años enloquecida por la suerte de su marido”
El 3 de octubre de 1863, una delegación de conservadores traidores mexicanos, conocida como la “Junta de Notables” viajó al Castillo de Miramar en Italia para ofrecer la corona de México a Maximiliano de Habsburgo. Esta delegación estaba compuesta por figuras prominentes como José María Gutiérrez de Estrada, Francisco de Paula Arrangois, Tomás Murphy, Francisco Facio, Andrés Negrete, Ignacio Amor, José Armero, Joaquín Manuel Rodríguez, Pedro Ontiveros y Pablo Martínez del Río.
Todos esos conservadores traidores enfrentaron el exilio, la pérdida de sus propiedades y la marginación política, algunos murieron solos y repudiados en México y en bancarrota total, soñando con la implementación de la Monarquía en México. La derrota y el fusilamiento de Maximiliano marcaron el fin de sus aspiraciones conservadoras y monárquicas y con ello se consolidó la República.
La “Junta de Notables”, también conocida como la Junta Superior de Gobierno o la Junta de los 35 de la Nación Mexicana, fue un órgano gubernamental del Partido Conservador en México. Esta junta se formó el 21 de junio de 1863, durante la intervención francesa y en la ocupación de la Ciudad de México, eran súbditos de Francia, traidores, soplones y delatores, guías de los invasores a la conquista del territorio.
El propósito principal de la “Junta de Notables” era cubrir las funciones del Poder Ejecutivo y establecer una regencia que preparara el camino para el Segundo Imperio Mexicano. La “Junta de Notables” fue responsable de la traición a México al emitir el decreto que ofrecía la corona a Maximiliano de Habsburgo.
La “Junta de Notables” se disolvió el 10 de julio de 1863, después de haber cumplido su objetivo de establecer la monarquía en México. Después de la ejecución de Maximiliano de Habsburgo el 19 de junio de 1867, junto con los generales conservadores Miguel Miramón y Thomas Mejía en el Cerro de las Campanas, Querétaro, los integrantes de la “Junta de Notables” enfrentaron diversas consecuencias, entre ellas el repudio público del pueblo mexicano, como resultado de su traición a México.
Algunos de los 35 miembros de la “Junta de Notables” fueron perseguidos y enfrentaron represalias por su apoyo al imperio. Otros se exiliaron en Europa bajo la dádiva de las monarquías para su subsistencia, mientras que otros fueron arrestados o fusilados, pero la mayoría pagaron las consecuencias por sus hechos de traición, consecuencias que han perseguido a sus siguientes generaciones en México y en el extranjero.
Solo el cabecilla de los conservadores traidores José María Gutiérrez de Estrada quien fue conocido por su papel en la política conservadora, y su familia, mantuvo una presencia significativa en la política mexicana como el judas con la única diferencia que no se colgó de un árbol. Sin embargo, la mayoría de los descendientes de estos conservadores no mantuvieron el mismo nivel de influencia política que sus antepasados porque eran señalados y repudiados y porque el país se movió hacia un sistema republicano y liberal después de la caída del Segundo Imperio Mexicano y ellos, los descendientes, siguieron siendo anhelantes súbditos de Francia.
Hoy en nuestros días la mayoría de las monarquías en el mundo son constitucionales o parlamentarias, lo que significa que tienden a seguir corrientes políticas democráticas y liberales radicalmente distintas a las de sus antepasados ante el fracaso absoluto de todas las monarquías en la historia.
Los descendientes del pensamiento monárquico y conservador.
Pero el conservadurismo traidor está vivo hoy en nuestros días, están entre nosotros participando en la vida política activa, en lastimosa y humillada minoría, pero participan como floreros parlantes en el Congreso.
Son súbditos del imperialismo norteamericano y súbditos de la corona Española, los dos imperios conquistadores saqueadores de nuestras riquezas y territorio a través de la historia y, al prácticamente declararse súbditos renuncian por supuesto a la lealtad de ser ciudadanos mexicanos que se comprometan con el país, no piensan en un monarca nacional, piensan en un “monarca” extranjero ubicado en el imperialismo norteamericano, o en el reino de España, les ilusiona el ser súbditos porque los corresponden con limosnas.
Veamos, hace unos días el pernicioso Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, a nombre de su partido propuso que se hiciera el compromiso de incorporar la palabra “narcoterrorismo” como una clasificación al crimen organizado y lo hizo a sabiendas que esa fue una propuesta del entonces presidente Donald Trump al presidente López Obrador y que además es un tema de seguridad nacional para los Estados Unidos pero, además, puntualizó Cortés (PAN) que con eso “se daría pie a la colaboración de las instancias extranjeras en México para combatir a los narcoterroristas”.
¿Quiénes son esas instancias extranjeras a las que se refería Marko Cortez?
Las Naciones Unidas (ONU) que tiene una Estrategia Global de Lucha contra el Terrorismo que coordina los esfuerzos de sus Estados Miembros, además cuenta con la Oficina de las Naciones Unidas de Lucha contra el Terrorismo (OLCT) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y son controladas por los Estados Unidos, son la fachada intervencionista de las fuerzas militares de los norteamericanos.
Comité Ejecutivo de la Lucha contra el Terrorismo de la ONU (UN CTED): Este comité supervisa la implementación de medidas antiterroristas por parte de los Estados Miembros, comandados por los Estados Unidos.
INTERPOL: Esta organización internacional de policía criminal trabaja en colaboración con otras entidades para combatir el terrorismo a nivel global, establecido la sede en Lyon Francia, controlada por Francia, Reino Unido Emiratos Árabes Unidos, China y Estados Unidos.
Estos organismos trabajan en conjunto para prevenir y combatir el terrorismo a través de diversas estrategias y acciones coordinadas entre sí.
Además las agencias del FBI, CIA, DEA y las fuerzas de seguridad de los Estados Unidos por lo que hay que recordar los sucesos desarrollados por todos esos organismos internacionales cuando decidieron aprobar intervenir para combatir el terrorismo en AFGANISTAN…. Destruyeron y aniquilaron a la sociedad civil de Afganistán acumulando más de 350,000 muertos en la incursión anti terrorista y no lograron desbaratar las fuerzas terroristas, recordemos que el “negocio” norteamericano es destruir y construir.
Lo que está pidiendo Marko Cortés es facilitar la incursión de los organismos anti terroristas, controlados por los Estados Unidos, a territorio mexicano, siendo esto que el PANISTA Marko Cortés busca la invasión de las fuerzas armadas de los Estados Unidos a México, algo que los PANISTAS han solicitado directamente a la OEA, al Departamento de Estado y a los poderosos Senadores Republicanos del Congreso de los Estados Unidos, las visitas de los liderazgos y candidata a los Estados Unidos, cuando fue la campaña, da cuenta de ello.
Ahora bien, y con todo descaro, la añoranza de los Panistas, de Marko Cortes, de Felipe Calderón, de Claudio X González, de Margarita Zavala, López Dóriga, Gómez Leyva, Mauleón, Krause y toda la runfla de conservadores, casi casi pidiendo de rodilla que México se exculpara por haber ofendido al Rey Español por habernos comportado con dignidad ante el reclamo de los hechos sucedidos en la conquista, no encontraron mejor forma de hacerlo más que la de exhibirse como fieles conservadores que añoran la monarquía como súbditos de un Rey corrupto, majadero, clasista y racista que menosprecia a los “indios” de América, pensando aún que aún estamos en la Colonia.
Estos conservadores y sus huestes son la descendencia de aquellos que fueron a suplicar porque Maximiliano se convirtiera en Emperador de México.
La historia nos dice a donde fueron a parar todos los conservadores traidores a la patria y los de hoy (sus descendientes) están ante el descrédito total y absolutamente repudiados por el pueblo de México.
Se pueden tener proyectos diferentes, ideologías diferentes, visión de país diferente pero nunca se podrá buscar entregar el país a los extranjeros porque eso habla con toda claridad de TRAICIÓN A LA PATRIA, el patriotismo y el amor a la patria, la soberanía, no están en el pensamiento de los conservadores, no forman parte de su acerbo político.
De acuerdo con el Código Penal Federal de México, traición a la patria es cuando una persona realiza actos contra la independencia, soberanía o integridad de la nación mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero, actos de hostilidad bélica, espionaje, atentados contra la integridad territorial, propiciar o facilitar los elementos para invasiones al país, actos separatistas, colaborar con un invasor, reconocimiento al gobiernos invasor.
Para combatir al crimen organizado en México, con profundidad de acciones, hay que colaborar con los Estados Unidos incautando los fondos que ingresan al sistema financiero norteamericano, encarcelar a los financieros lavadores, apresar a los Diller de la droga en ese país y penalizar la venta de armas a México y con ello, sin necesidad de invasiones, se les pega en el centro del poder al crimen organizado.
Pero los descendientes de los traidores conservadores de Miramar ven una oportunidad de acceder al poder si nos invaden las fuerzas antiterroristas.
Siempre he manifestado que los conservadores de la derecha saben que solo pueden ascender al poder si México se convierte en cenizas, saben que si no llevan al país a ese escenarios tardarían más de 30 años en tan siquiera alcanzar ser fuerzas de contra peso.
Hoy la “Junta de Notables” conservadores mexicanos la encabeza Claudio X González, Marko Cortes, Alito Moreno, Krause, Aguilar Camín y muchos más conservadores, algunos por conveniencia y otros por convicción, pero por conveniencia o convicción quieren enfrentar al país y llevarlo a cenizas, el conducto es Norma Piña del PJF.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.