Al iniciar este 2025, la Heroica Ciudad Juárez nos convoca con su grandeza y su dolor. Esta tierra que es frontera de esperanza y resiliencia también enfrenta retos que claman por nuestra fe, acción y solidaridad. Desde mi corazón de servidor, elevo estos doce deseos, una oración colectiva por un Juárez digno y renovado.

En estas fechas, donde se nos convoca a pedir doce deseos, comparto los doce deseos que no son otra cosa que propósitos, objetivos de una política de dignidad para nuestra frontera, la meta para la Bancada Naranja, para un servidor, para quienes queremos lo mejor para la Heroica Ciudad Juárez.

1. Por el fin de la crisis migrante: Que se implementen medidas contundentes para atender la crisis migrante, con leyes y acciones que garanticen dignidad, seguridad y oportunidades tanto para quienes llegan a nuestra frontera como para quienes aquí residen. Que la voluntad política transforme la desesperación en esperanza.

2. Por la paz en nuestras calles: Que las armas callen y las manos se extiendan para construir, no para destruir. En Juárez, que el ángel del Señor guíe a los corazones de quienes hoy eligen el camino de la violencia.

3. Por un norte que reciba justicia: Que el centralismo no nos condene al olvido. Que quienes gobiernan desde lejos vean en esta frontera un corazón que late por todo México.

4. Por la dignidad en el trabajo: Que el trabajo honesto, arduo e imparable de la frontera sea el camino para la prosperidad. Que los obreros de Juárez reciban salarios justos y menos impuestos, recordando que cada trabajador es digno de su salario, que su patrimonio es sagrado.

5. Por un gobierno sensible: Que las autoridades locales y federales sean fieles al mandato de servir, no servirse. Que paremos el saqueo a las familias para la promoción política. Que en Ciudad Juárez la política sea un medio de gracia, no de desilusión.

6. Por la protección de nuestras mujeres: Que ni una más sea víctima de feminicidio o abuso. Que Juárez sea recordado como un lugar de justicia, no de luto.

7. Por la unidad de nuestras familias: Que la migración no siga rompiendo hogares. Que padres, hijos y abuelos encuentren caminos para vivir juntos y prosperar.

8. Por la educación de nuestros niños: Que cada pequeño en Juárez tenga acceso a escuelas seguras y de calidad. Porque ellos son la luz que disipará la oscuridad de nuestro presente.

9. Por la salud de nuestra gente: Que los hospitales tengan medicinas y doctores, que nadie sea rechazado en su dolor.

10. Por la erradicación de la pobreza: Que las mesas vacías se llenen de pan y esperanza. Que el Señor multiplique los esfuerzos de todos aquellos que trabajan por los más vulnerables.

11. Por la fortaleza de nuestros jóvenes: Que encuentren oportunidades para construir un futuro, sin caer en las redes de la delincuencia ni el desaliento.

12. Por la fe de nuestra comunidad: Que nunca olvidemos que Juárez es tierra bendita, capaz de resurgir de entre las cenizas. Que nuestras iglesias, nuestros hogares y nuestros corazones sean refugios de amor y solidaridad.

Hermanas y hermanos juarenses, este año que inicia es una oportunidad para renovar nuestra fe y nuestro compromiso con nuestra tierra. Sigamos adelante, trabajando juntos y orando juntos, porque con Dios como guía y con el esfuerzo de todos, nada es imposible. Ciudad Juárez merece un 2025 lleno de milagros y realizaciones.

Que Dios bendiga a Juárez y a sus familias. Feliz año nuevo.