“Pues vamos a empezar a hacer tacos de dólar,
porque lo único barato en este país es el dólar”
Declaraciones de Enrique de la Madrid
durante su fallida precandidatura a la presidencia.
Este lunes 5 de agosto nos amanecimos con la terrible noticia de que las bolsas de todo el mundo estaban sufriendo un “histórico desplome”, empezando por la de Japón que tuvo una caída de 12% misma que jaló a las demás durante la jornada, en la que el S&P 500 llego a perder un 4.25% y el índice NASDAQ hasta un 6%. ¡Lunes Negro! Fue el clamor de los medios.
La bolsa mexicana no se escapó de esta caída generalizada, aunque solo registró una pérdida de 0.89%. En donde si impactó la crisis fue en la cotización del peso frente al dólar, para deleite y satisfacción de quienes se oponen a la 4T, y que de tiempo atrás venían diciendo que un dólar barato era malo para México.
Como bien sabemos, no es la primera vez que se experimenta un “Lunes Negro”, los ciclos de la economía capitalista, por definición suben y bajan, por lo tanto, cada cierto tiempo, las bolsas de valores tienden a vivir días “negros”, quizás el más famoso, y que resultó en una redefinición de las economías mundiales, fue el que se vivió durante el llamado crack del 29, durante el siglo pasado.
Los Estados Unidos salieron casi indemnes de la Primera Guerra Mundial, por lo que su planta industrial estaba boyante. A lo anterior hay que agregar que por primera vez se facilitó a la clase media la compra de acciones a través de bonos, por tanto, un gran segmento de la población, clase media y alta, eran dueños parciales de empresas cuyas acciones daban un rendimiento muy por encima de lo que una cuenta de ahorros podía dar.
Las clases medias sacaban sus ahorros y compraban estos bonos que les hacían duplicar su inversión en un periodo de tiempo muy breve, pequeñas fortunas se estaban haciendo, y nadie quería quedar fuera de la bonanza, el problema es que solo se trataba de una burbuja, y como tal, habría de reventar.
El colapso inicio el jueves 24 de octubre de 1929 para continuar el lunes 28, con una caída de 12.8%, seguida de otra al día siguiente de 12%. Aquel crack represento el inicio del periodo que sería conocido como la Gran Depresión, y que hubo de durar casi una década, pues no se terminó cabalmente sino hasta que Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial en 1941.
A raíz de dicho suceso, el gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Roosevelt, hubo de implementar medidas sociales a través de la creación de un Estado de Bienestar, que perduró hasta la llegada de Reagan al poder en 1980, en la que se revirtieron muchas de esas políticas, y se implantó el neoliberalismo.
El siguiente Lunes Negro de gran importancia que el mundo vivió, ocurrió el 19 de octubre de 1987, ya en plena era neoliberal, cuando el índice DOW cayó un 26%, es decir, las empresas perdieron la cuarta parte de su valor. A las razones mas o menos tradicionales, como la guerra en el Pérsico, un mercado alcista por cinco años, y el temor a la subida de las tasas de interés se agregó el factor tecnología.
Así es, para ese entonces, ya se empezaba a utilizar la computadora para la compra-venta de acciones, lo cual facilitaba las transacciones. Así como en el 29 que las multitudes se agolparon afuera de Wall Street para tratar de recuperar algo de su dinero, igualmente en 1987, los corredores de bolsa entraron en pánico y empezaron a vender sin control, con el desplome consabido.
A raíz de esa crisis, hoy en día, las bolsas tienen un mecanismo de control que suspende la compra-venta de acciones ante movimientos bruscos, lo cual inhibe las crisis. Sin embargo, aunque ya se ve difícil una caída de 12, o 24%, por lo menos en una sesión, eso no impide que de cuando en cuando se hagan burbujas especulativas.
Para bien o para mal, el Lunes Negro que acabamos de vivir, al menos en Estados Unidos, solo tuvo un impacto, como ya mencionamos, de 6% en el NASDAQ. Pero como ya sabemos, cuando los gringos estornudan, a nosotros nos da pulmonía, por lo tanto, no resulta sorpresivo el ajuste a la paridad del peso.
¿Ira a continuar la volatilidad? Seguramente si, las guerras en Ucrania y en la franja de Gaza seguirán impactando adversamente la economía mundial, así como la incertidumbre derivada de la elección presidencial en nuestro vecino del norte, o una muy cantada recesión que, afortunadamente, no llega, pero, a diferencia de lo que dicen y esperan los malquerientes de AMLO, esta inestabilidad financiera tiene causas externas, no internas como ellos lo vienen gritando a los cuatro vientos desde el inicio del sexenio.
Es cuánto.
José Antonio Blanco
Ingeniero Electromecánico. Juarense egresado del ITCJ con estudios de maestría en Ingeniería Administrativa por la misma institución y diplomado en Desarrollo Organizacional por el ITESM. Labora desde 1988 en la industria maquiladora. Militó en el PRD de 1989 al 2001.
En la actualidad, un ciudadano comprometido con las causas progresistas de nuestro tiempo, sin militancia activa.
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