Enorme polémica ha desatado el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, en relación al servicio médico especializado que contrató el gobierno federal con el gobierno de Cuba, con el propósito de establecer quinientas plazas vacantes en los lugares más apartados del país. A dónde los médicos especializados de México se niegan acudir a prestar sus servicios.
Desde luego que existen opiniones a favor y en contra sobre esta iniciativa del gobierno de México, que exhibe al sector médico nacional por su falta de sensibilidad, para atender la gran demanda de enfermos, ante la carencia de médicos mexicanos especializados.
Es importante enfatizar que para ejercer en México la profesión de médico, se requiere de cédula profesional expedida por la Secretaría de Educación Pública, a través de la Dirección General de Profesiones, cuyo requisito esencial para obtenerla es mediante la constancia de estudios terminados ante una universidad incorporada a la secretaría mencionada.
Por otra parte, los extranjeros están limitados por la Ley General de Migración, para internarse como Visitante con Permiso para Realizar Actividades Remuneradas, por acuerdos interinstitucionales celebrados con entidades extranjeras como es el caso, por un tiempo ininterrumpido no mayor de ciento ochenta días. Por lo que no creo que haya problema si el solicitante de la internación es el gobierno federal.
Volviendo al tema de la escasez de personal médico especializado, el presidente AMLO afirma que tenemos un déficit de unos cincuenta mil médicos generales y especialistas, ya que muchos profesionales se resisten a ser asignados a zonas lejanas o de difícil acceso. Sin embargo, creo que también en las grandes urbes como Ciudad Juárez Chihuahua, donde nací, crecí y vivo, tenemos este gran problema. No hay médicos especialistas suficientes para la demanda de pacientes que los necesitamos.
Pongo un ejemplo vivido por el suscrito, en una intervención que tuve de cirugía de corazón abierto, en el año dos mil quince; después de sufrir un infarto al miocardio en noviembre de 2014, me atendieron de urgencia, estabilizándome con un stent, para programarme en enero del 2015 para la operación. Pude constatar que no tenemos instalaciones adecuadas, ni especialistas en el IMSS, ni el Hospital General para la operación. Solamente pude atenderme en el Centro Médico de Especialidades, donde solo hay un especialista cirujano cardiólogo, que trajo a su vez a dos más; uno de Monterrey y otro de Tijuana para someterme a la operación.
Operación costosa porque inicialmente para evitar la muerte, me intervinieron con un stent, que es un pequeño tubo de malla de metal que se expande dentro de una arteria del corazón y ayuda a impedir que la arteria se cierre de nuevo. Solo conozco a dos especialistas en la ciudad que lo hacen. Luego vino la operación con el apoyo de dos médicos de fuera porque no hay en Juárez. Lo demás es historia.
Tengo conocimiento que la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, a través del Instituto de Ciencias Biomédicas, admite a un número muy reducido de estudiantes para la carrera de medicina. Por lo que el porcentaje que ingresa, en comparación con las solicitudes es demasiado bajo. La carrera es celosamente cuidada por las autoridades universitarias, para que no haya capacidad mayor en inscripciones; aunque hayan promediado los aspirantes para el ingreso.
Conozco a muchos médicos que hicieron dos o tres intentos para obtener una especialidad, que les fue cruelmente negada porque no alcanzaron la calificación del 9.0 para lograrlo. O médicos que tuvieron una calificación general de 7.9 durante toda la carrera profesional, les impide que siquiera intenten una especialidad, aunque ya tengan experiencia en cirugía.
Demostrado está, que el aplicado en calificación, no será mejor profesionista en la práctica que el que aprobó con menor promedio. Pues la práctica hace al maestro. En nuestro país reprueban al noventa por ciento de aspirantes a una especialidad médica. Es increíble. Además de que se siente como un imperio dominado únicamente por las instituciones médicas privilegiadas para llevar a cabo la certificación de la especialidad o donde se les permite llevar a cabo las prácticas, bajo un horario esclavizante, sin descanso, sin remuneración adecuada y bajo reglas que atentan a los derechos humanos.
Un especialista en Ciudad Juárez atiende en el Hospital General, en el ICHISAL, en Pensiones Civiles y en hospital privado. ¡Imagínese! Si en nuestra sufrida ciudad de baches adolecemos de especialistas, ¡qué se puede esperar de los pueblos y comunidades alejadas! Ánimo Presidente! Bien hecho.
Héctor Molinar Apodaca
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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