Han hecho eco internacional las palabras de la obispa Mariann Edgar Budde, quien llamó a Donald Trump a ejercer misericordia hacia minorías, hacia los trabajadores migrantes indocumentados y a esa plegaria me es necesario, humildemente, desde esta frontera, clamar también por misericordia para Ciudad Juárez, para esta frontera donde se cierne la tormenta.
Ciudad Juárez es una tierra noble y trabajadora, una frontera de esperanza para miles de migrantes que buscan un futuro mejor. Sin embargo, se amenaza con convertirse en el destino de las deportaciones masivas, siendo testigo de injusticias que lastiman el alma de nuestra ciudad
Misericordia para la Heroica Ciudad Juárez, pedimos al gobierno estadounidense y al gobierno mexicano, misericordia para comprender que la solución a la crisis migratoria no radica en descargar esta problemática sobre una sola ciudad, sino en ejercer compasión y justicia.
No podemos permitir que Ciudad Juárez siga siendo tratada como un vertedero humano donde los sueños de miles se truncan en condiciones indignas. Los refugios y albergues están desbordados, las calles se llenan de familias desesperadas. Las deportaciones masivas no solo afectan a los migrantes, sino también a las familias de Ciudad Juárez, quienes ven cómo su ciudad es sometida a una presión insoportable. Los recursos públicos se ven rebasados, la seguridad se deteriora y las tensiones sociales aumentan. No podemos permitir que una ciudad generosa y hospitalaria sea castigada con una carga que debe ser compartida entre todos los niveles de gobierno y la comunidad internacional.
Es nuestra responsabilidad actuar con el amor al prójimo que nos enseñan las Sagradas Escrituras. La misericordia es la clave para encontrar soluciones humanas, justas y sostenibles.
Como el primer servidor de las familias juarenses hago un llamado a la adopción, de una vez por todas, de una política migratoria clara, con compasión y solidaridad con esta frontera. No se trata solo de números o estadísticas, sino de personas, de familias, de historias de lucha y esperanza.
Ciudad Juárez merece algo mejor; merece misericordia, justicia y un trato digno para todos los que llegan a ella en busca de una nueva vida. Es momento de tender la mano, de abrir el corazón y de actuar con la empatía que define a las grandes naciones. Misericordia para Ciudad Juárez es misericordia para México y para el mundo. Cada decisión tomada debe estar guiada por el amor y la solidaridad. Misericordia para las familias de Ciudad Juárez, para las familias migrantes, para las familias que buscan salir adelante ante toda adversidad.
Francisco Sánchez Villegas
Geoestratega, abogado humanista, defensor de la ilustración y político disruptivo.
Desde el cargo de Secretario del Ayuntamiento del Gobierno Independiente de Parral, ha impulsado una trascendental agenda de empoderamiento ciudadano. Fundador y Curador de Casa Ícaro, Think Tank concentrado en el futuro y la libertad.
Pensador neorenacentista propulsor de polímatas. Buscador de mentes virtuosas. Antifrágil.
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