En la búsqueda de su candidato ideal para las elecciones de 2024, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha recurrido al uso de encuestas como herramienta para medir el apoyo de sus militantes y simpatizantes. No obstante, el manejo de dichas encuestas ha generado controversias en los últimos días, poniendo en duda su validez y transparencia.
Desde el inicio del proceso de selección de las famosas “corcholatas”, se han cuestionado los métodos utilizados para realizar las encuestas internas de Morena. Irónicamente, Morena criticó al Frente Amplio por México debido a supuestas manipulaciones, mientras que dentro de su propio partido se han evidenciado estas mismas prácticas. Lo anterior ha sido confirmado por una de las figuras más importantes del partido en el poder.
Lo que más me llamó la atención fueron las contradictorias declaraciones del dirigente Mario Delgado, quien afirmó alrededor de la 1 de la tarde que se había completado el 80% del conteo de las encuestas, y las de Marcelo Ebrard, quien aseguró una hora después que ninguna encuesta había sido contabilizada. Estas contradicciones han puesto en evidencia la falta de coherencia y transparencia del proceso.
La falta de claridad ha generado cuestionamientos sobre la validez de las encuestas internas. Ebrard incluso solicitó que se realizaran nuevamente. Muchos militantes y simpatizantes de Morena han puesto en tela de juicio todo el proceso; la falta de información detallada sobre cómo se realiza el análisis de los datos recopilados siembra dudas sobre la confiabilidad de los resultados y el respeto a la democracia interna del partido. Querido lector, quedó claro una vez más que esto es totalmente cuestionable.
El mal manejo de las encuestas ha quedado evidente con la falta de difusión de los resultados. En un proceso “democrático”, se espera que los resultados sean públicos y accesibles para todos los interesados. Sin embargo, en el caso de Morena, ha habido demoras injustificadas en la publicación de los resultados, lo que genera desconfianza y especulaciones sobre posibles manipulaciones internas.
Las declaraciones de Marcelo Ebrard han causado divisiones internas y han dañado aún más la imagen del partido. La falta de transparencia y la aparente manipulación de los resultados ya no son sorpresivas, pues eran conocidas desde hace tiempo.
Finalmente, algunas “corcholatas” respaldaron a quien liderará el Movimiento de Regeneración Nacional en 2024, con la notoria ausencia de quien, para mí, era el más capaz e inteligente. Se presenta una candidata cuestionable, que siempre ha estado a la sombra de un personaje bien conocido. Es probable que no sea legítima ante los seguidores de Ebrard, pero sí ha sido ungida por el líder de Palacio Nacional.
ES Claudia y no ES Marcelo. Ahora, me pregunto: ¿será esta “ex corcholata” una división para el partido en el poder? ¿Encabezará Marcelo Ebrard el Movimiento Ciudadano?
Marcelo no se va con las manos vacías; la política es un negocio…
Aldonza González Amador
Criminóloga y Empresaria Juarense
Actualmente Presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas en el Estado de Chihuahua (ONMPRI) y Estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de la Rioja España.
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