En la última década, como sociedad se ha buscado alcanzar la equidad de género, es decir, que las mujeres tengan igualdad de oportunidades respecto a los hombres a la hora de incorporarse a la educación, el mercado laboral o la política.
En definitiva, los avances que ha tenido la mujer en la sociedad son muchos, tan así que en el último reporte publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) 2017, en los últimos años el porcentaje de mujeres de 25 a 34 años que cuentan con un título universitario aumentó, pasando del 38 al 50%, casi contrario a los hombres de este mismo grupo de edad, que apenas aumentó del 36 al 38%.
A pesar de los avances, éstos siguen siendo insuficientes, la inserción al mercado laboral de las mujeres sigue siendo más difícil que para los hombres; siguen existiendo brechas en materia de acceso al empleo y peor aún, siguen existiendo notorias brechas salariales.
Del total de hombres universitarios titulados, el 89% logra incorporarse al mercado la mujer, mientras que de las mujeres profesionistas, el 80% se integra efectivamente en el mercado. Además, cabe destacar, que existe una brecha salarial del 26%, si se consideran hombres y mujeres profesionistas, estas ultimas ganan el 74% de lo que gana un hombre.
En el estudio, la OCDE, atribuye que las brechas laborales existen debido a que no se ha logrado acabar con ciertos estereotipos, además de que hombres y mujeres o estudian las mismas carreras y, por ende, no reciben los mismos ingresos. Si bien, n promedio las mujeres ganan menos que un hombre, se sigue creyendo que aún y habiendo mujeres con ingeniería, esta es una carrera de hombres.
A pesar de las problemáticas del mercado laboral, hay que reconocer las virtudes de contar con formación profesional; para 2017, las personas que se quedan en el segundo año de secundaria ganan de promedio el 65% de aquellos que tienen un título universitario. Además, la tasa de empleo de los universitarios es del 85%, frente a sólo el 76% para los que se han quedado en ese segundo año de secundaria y por debajo del 60% para los que no llegaron al equivalente del bachillerato.
La mayor tarea que tienen que realizar los gobiernos, empresas y la sociedad en sí, es lograr acabar no sólo con estereotipos de género, sino permitir que tanto hombres y mujeres demuestren sus capacidades por igual, para con ello garantizar que los sueldos sean resultado de sus capacidades y no dependan de si son hombre o mujer.

Nancy Carbajal
Lic en Economía de la UACJ y Candidata al Grado de Maestra en Ingeniería Económica por la Universidad la Salle. Columna semanal sobre temas de economía, finanzas, política y sociedad.
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